Los principales partidos políticos italianos concentraban hoy sus últimos esfuerzos de campaña electoral en conquistar los votos del sur del país, un electorado que podría ser clave para las elecciones en las que el domingo se empezará a definir el nuevo Gobierno.
"Nápoles, la Ohio de Italia", tituló hoy el diario La Repubblica al hacer un paralelismo con el Estado que suele decidir las elecciones estadounidenses para destacar cómo los partidos "se juegan todo" en los circuitos de la ciudad del Vesubio y sus alrededores, en medio de un cambio de la geografía electoral de una región que fue siempre "un símbolo de la izquierda".
Con cifras bajo el promedio nacional en indicadores de trabajo, ingreso y acceso a servicios básicos según el instituto estadístico Istat, el sur italiano ha vuelto a atraer las miradas de la política al punto que la favorita de las encuestas Giorgia Meloni, de ultraderecha nacionalista, cerrará hoy su campaña para el domingo en la ciudad que vio brillar a Diego Maradona.
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"Ahora los partidos descubren el factor Sur", planteó esta semana en tapa el diario romano Il Messaggero para ilustrar la moda electoral que hará que, por ejemplo, Meloni se convertirá en la primera representante de la derecha que hará un acto de cierre en el sur del país.
En las regiones sureñas (Campania, Sicilia, Basilicata, Apulia, Molise, Calabria y Cerdeña) residen en total casi un tercio de las 46 millones de personas habilitadas para votar.
Mientras la coalición de derecha que integran los Hermanos de Italia de Meloni, la Liga de Salvini y Fuerza Italia de Silvio Berlusconi se hace fuerte en su zona de nacimiento, el rico norte de las regiones Lombardía y Véneto, el sur aparece ahora como el centro de gravedad del Movimiento Cinco Estrellas, la fuerza nacida como antisistema en 2008.
"El Cinco Estrellas tomó el sur olvidado por los otros", propuso esta semana la analista Giovanna Faggionato en una columna en el diario Domani, ligado a la centroizquierda del Partido Democrático.
"Desde 2018, el Cinco Estrellas logró atraer en el sur el voto de protesta en particular entre aquellos que viven en una dimensión de profundo malestar socioeconómico y reemplazó la coherencia ideológica general por la coherencia en las medidas individuales", sostuvo Faggionato.
En ese marco, la bandera política del trienio del Cinco Estrellas en el Gobierno (2018-2021) fue el denominado "Ingreso de ciudadanía", un sistema de salario universal de hasta 780 euros mensuales que tiene al 70% de sus beneficiarios nacionales al sur de Roma. El actual candidato a primer ministro del Cinco Estrellas, el entonces premier Giuseppe Conte, ha subido en todas las encuestas en las últimas semanas a fuerza de prometer un "refuerzo" del Ingreso de ciudadanía, mientras desde el resto de las fuerzas políticas se escuchan propuestas de modificación o hasta abolición de la herramienta.
En ese marco, el expremier Matteo Renzi, una de las figuras del nuevo "tercer polo" de centro que disputa electorado con Conte, criticó que "el Cinco Estrellas usa el Ingreso de ciudadanía como prenda de cambio".
La subida de Conte en las encuestas, a costa de votos "antisistema" de la derecha según el análisis del politólogo Gianfranco Pasquino, obligó a que el resto de las fuerzas tomen a Nápoles y sus alrededores como el punto de referencia de las últimas horas de campaña.
Meloni, romana de nacimiento y norteña por cercanía de intereses, será la primera líder derechista en hacer un cierre de campaña en Nápoles cuando esta tarde encuentre a jóvenes de la denominada "Generación Z" en un evento titulado "Coordenadas para el futuro". La elección de la franja etaria tampoco es casual, ya que esta elección es la primera en la que las personas de entre 18 y 25 años pueden votar para el Senado además de para diputados.
A metros de distancia, el canciller Luigi Di Maio, exCinco Estrellas, cerrará la campaña en el Teatro Sannazaro napolitano.
Ya en 2021, el Gobierno decretó como uno de los objetivos de su Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (Pnrr) reducción de las brechas territoriales, en particular las existentes entre el sur y el resto del país y estableció que al menos el 40% de todos los recursos asignables deben ser destinados a las regiones meridionales.
Con un sistema electoral que reparte un tercio de las bancas con método uninominal y dos tercios con el proporcional, un análisis de la consultora Piépoli marcó que hay aún nueve colegios electorales "de final abierto" en el sur y que podrían marcar la diferencia en que la coalición de derecha se acerque o no a la mitad más una de las 400 bancas de diputados y 200 del Senado que la dejarían a un paso del Ejecutivo.
Con información de Télam