Decenas de miles de españoles, entre ellos dirigentes políticos de la derecha y la extrema derecha, se manifestaron en Madrid para denunciar el proyecto de amnistía acordado por el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, con los independentistas catalanes, que permitió su investidura para un nuevo mandato. Mientras tanto, se espera el anuncio del nuevo gabinete.
Unas 170.000 personas, según el Gobierno local, se congregaron en la plaza Cibeles, en pleno centro de la capital, entre una marea de banderas españolas y europeas, respondiendo a una convocatoria apoyada por la oposición conservadora y de ultraderecha, informó la agencia de noticias AFP.
"Sánchez traidor", "Sánchez a prisión", "Cataluña es España", coreaban los manifestantes, que respondieron al llamado de la derecha y la ultraderecha sin banderas partidarias. "Lo que quiere (Sánchez) es descuartizar a España, que haya el País Vasco, por una parte, y Cataluña por otra, y decir que no he pasado nada, que los jueces no valen nada", dijo María Ángeles Galán, una jubilada de 65 años.
Sánchez, cuyo partido obtuvo el segundo puesto en las elecciones legislativas del 23 de julio frente al conservador Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijóo, consiguió el jueves ser investido en el Congreso como presidente del Gobierno tras obtener el apoyo de la izquierda y de los partidos independentistas y nacionalistas de Cataluña y el País Vasco. El primero en intentar formar Gobierno había sido Núñez Feijóo, pero no consiguió los apoyos necesarios para ser investido, lo que dio lugar a que el rey Felipe hiciera el mismo pedido a Sánchez, de acuerdo al sistema parlamentario que rige en España.
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Sánchez consiguió los apoyos a cambio de una serie de concesiones, entre ellas un proyecto de amnistía para los dirigentes y militantes separatistas encausados por su implicación en el fracasado intento de secesión de Cataluña de 2017. Y, de cara a la nueva gestión, se espera que anuncie a los futuros miembros de su gabinete, lo que dará pistas sobre los acuerdos sellados con los otros grupos parlamentarios.
"Saben que no tienen los votos para hacer lo que están haciendo y por eso le decimos: no levanten ustedes muros, no jueguen con la convivencia", dijo Feijóo en la concentración. En ella, también, estuvo también el ultraderechista Santiago Abascal, el líder del partido Vox, quien consideró que el proyecto de ley de amnistía es tan grave como "un golpe de Estado".
Ambos dirigentes evitaron aparecer el uno junto al otro, aunque tienen alianzas en distintos gobiernos regionales y Feijóo intentó en septiembre ser investido presidente del Gobierno con esos votos. La oposición conservadora acusó a Sánchez de entregar las riendas del gobierno a un "prófugo", refiriéndose así al expresidente regional catalán Carles Puigdemont, que en octubre de 2017 se exilió en Bélgica para evitar rendir cuentas ante la justicia española y espera salir ahora beneficiado de la amnistía si prospera como Ley.
En las últimas dos semanas hubo también manifestaciones nocturnas frente a la sede del partido socialista, el PSOE, en Madrid. Algunas de ellas terminaron con altercados y decenas de personas fueron detenidas.
Con información de Télam.