Pilar Cancela Rodríguez: "Nos jugamos la España que realmente queremos"

La funcionaria del Gobierno español analizó el escenario electoral en su país, el avance de la derecha y la extrema derecha, su intención de derogar los avances conseguidos, la desmovilización del electorado progresista y la necesidad de crear alianzas. 

12 de julio, 2023 | 00.05

El escenario se presenta adverso para el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las elecciones del próximo 23 de julio: en los comicios locales conservador el Partido Popular (PP) arrasó y, ahora, cada vez más cerca del ultraderechista Vox amenaza con imponerse. Ante esa situación, el partido liderado por el presidente, Pedro Sánchez, apuesta a mantener el Gobierno con un programa que amplía derechos: cuidado del ambiente, pensiones, al transporte público para estudiantes hasta salud bucal y facilitar el acceso a la vivienda para las y los jóvenes, además de mantener las conquistas ya alcanzadas por el mismo clamor popular que las llevaron hasta el Congreso -como la ley trans o el acceso al aborto-. "Creo que hay un peligro real de retroceso en ámbitos fundamentales que son esencia de la propia democracia", alertó en entrevista con El Destape la secretaria de Estado de Cooperación Internacional en el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, Pilar Cancela Rodríguez.

La funcionaria española hizo un repaso por las conquistas de su Gobierno, en alianza con Unidas Podemos, así como un análisis sobre cómo se llegó a esta situación en la que los sectores reaccionarios interpusieron "ruido" y "antipolítica" para no hablar de gestión. Sin embargo, el PSOE prefiere hacer caso omiso a esa estrategia para llamar a las urnas: "Explicar, contar mucho y sobre todo pinchar esa burbuja de ficticia que se ha creado y sobre todo movilizar al voto progresista", es la forma con la que elije encarar esta campaña.  

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- ¿Cuáles son las claves para entender el escenario electoral actual y el evidente crecimiento de la derecha en España?

- La convocatoria de elecciones por parte del presidente del gobierno de Pedro Sánchez se produce cuando vemos los resultados en las elecciones autonómicas y municipales donde el PP se empieza a sentarse en esas instituciones de la mano de la ultraderecha, Vox. Entiende que es la ciudadanía española la que tiene que decidir a través del voto qué tipo de sociedad quiere seguir construyendo o no, porque lo que plantean estas dos fuerzas políticas conjuga muy bien un verbo: derogar. Dicen: “Vamos a derogar la ley de memoria democrática, la ley del aborto, todas las leyes que se refieran también al cambio climático, la ley de eutanasia, la ley que reconoce derechos LGTBI", niegan la violencia de género. Estamos hablando precisamente de aquellos aspectos quizás más sensibles desde el punto de vista social o quizás de la consecución de derechos y libertades, de la que España ha sido pionera y referente en el mundo. Entonces, ante una tesitura así, creo que es conveniente que hable la ciudadanía y que diga si lo que quiere es que sigamos construyendo una sociedad diversa, inclusiva, donde seamos mucho más libres y tengamos la capacidad de reforzar los derechos o si vamos a retroceder y vamos a volver a épocas donde se pudiera censurar, porque el pensamiento único que pretenden establecer restringe la libertad. Ahora mismo fue la Semana del Orgullo en España y hubo muchísima quema de banderas en algunos municipios donde están gobernando la ultraderecha y el PP. Creo que hay un peligro real de retroceso en ámbitos fundamentales que son esencia de la propia democracia, como manifestarse, enamorarse o moverse con la libertad más amplia posible. Es importante que haya unas elecciones y que la ciudadanía decida...si seguimos construyendo y miramos hacia adelante o si hay una involución. Porque es así de sencillo, sólo en la expresión, porque es de una carga de profundidad tremenda, ¿no? Ese sería el resumen: miramos hacia adelante o retrocedemos.

- Usted misma planteó que España fue referencia en adquisición y ampliación de derechos en Europa. ¿Cómo se explica este crecimiento de la derecha y que calen ese tipo de discursos?

- Quiero decir que cuando la gente tiene incertidumbres, tiene inseguridades es muy fácil que esto pueda calar de una manera muy directa, porque el mensaje es muy sencillo, es sobre todo establecer el miedo el miedo al diferente, el miedo al otro, el miedo al que viene y que emigre y que te quiere quitar tu trabajo. Es todo fundamentado en esa palabra, en el miedo. En el miedo y que la gente reaccione de una manera primaria a defender aquello que consideran que hay que defender ante actores exógenos que vienen a quitarnos lo nuestro y ahí, en ese concepto de lo nuestro, España es sólo la España que ellos ven, no es la España diversa, no es la España inclusiva, no es la España que se ha construido de una manera absolutamente abierta y libre. Y entonces, bueno, nos toca trabajar mucho y explicarlo y sobre todo contarlo con muchísima convicción y con muchísima firmeza. Creo, también, que el avance de la ultraderecha no es una novedad exclusiva de España. Creo que eso lo estamos viendo en otros países. Ellos tienen una estrategia política de comunicación. Fíjese que hemos tenido este resultado preocupante teniendo en España una gestión excepcional, como los propios indicadores económicos lo están demostrando: somos el país que más crecemos de la Unión Europea (UE), donde la inflación es baja, el paro disminuye de una manera muy importante. Después de haber pasado una pandemia y una crisis económica, hemos construido y hemos reforzado el Estado del bienestar. Tenemos sanidad pública, educación y servicios públicos. Las pensiones han subido, hemos apostado por la agenda contra el cambio climático, por energías renovables, por las becas de los más jóvenes en la universidad para que tenga más recursos para poder formarse. A pesar de todo ello, de muchas medidas de contenido social y de contenido económico, el Partido Socialista ha perdido 400.000 votos. ¿Qué es lo que ha ocurrido? Que las fuerzas políticas con las que nosotros estábamos gobernando en muchos ayuntamientos y en algunas comunidades autónomas, han perdido muchísimo apoyo electoral. Por tanto, nos hemos encontrado en la situación que no hemos podido seguir conformando esos gobiernos de coalición y, sin embargo, el PP y Vox, sí.

- ¿Qué tendencia tienen esos partidos que perdieron esos votos?

- Creo que lo que hubo fue una desmovilización y hay un porcentaje importante de voto progresista que no se movilizó en esas elecciones y la derecha estaba tremendamente movilizada. Esa es la explicación y esa es una realidad. Creo que, a pesar de todo, no pudimos hablar de gestión, no pudimos hablar de política porque cuando la gestión es tan buena a ti como estrategia política no te interesa debatir y dialogar conmigo porque es poco lo que puedes aportar entonce, ¿qué hicieron? Bueno, pues pusieron encima de la mesa el ruido, el ruido y la antipolítica. ¿En qué se convierte el ruido? En el insulto, en la descalificación, en crear una especie de creación artificial que es el ‘sanchismo’ como algo absolutamente negativo, deshumanizando al presidente del Gobierno y descalificándolo. ¿Para qué? Pues, al final, para no hablar de política y de medidas concretas.

- En la presentación del programa del PSOE, el presidente, Pedro Sánchez, dijo: “Tenemos la responsabilidad de frenar a la ultraderecha”. ¿Cómo se hace? ¿Cuál es la respuesta que se le da a esos sectores que anulan el diálogo?

- Lo que estamos intentando hacer es todo lo contrario. Explicar, contar mucho y sobre todo pinchar esa burbuja de ficticia que se ha creado y sobre todo movilizar al voto progresista, que se moviliza cuando ve que hay un peligro real de retroceder en la consecución de derechos y libertades. Es un impacto muy evidente. No es que lo estemos diciendo nosotros, es que la ciudadanía está viendo lo que está ocurriendo en aquellos sitios donde se están sentando y están formando gobierno porque Vox, la ultraderecha, le está pidiendo al Partido Popular determinados ámbitos de competencias políticas en esos gobiernos que son muy significativas, como familia, medio ambiente, cultura, migración…Entonces, creo que las y los demócratas tenemos la obligación de defender la propia democracia. Estamos hablando de que hay determinados valores que ya forman parte de nuestra sociedad. Se reconoce a España en el mundo como una sociedad tremendamente inclusiva, diversa, plural. Tenemos la ley de igualdad, la ley contra la violencia de género, el matrimonio igualitario, ahora las leyes de reconocimiento de derechos LGTBI, la ley del aborto. Creo que hay que hacer una llamada a que tenemos que ponerle freno a ese retroceso porque no es una quimera. Estamos en un momento donde el lobo ya es una realidad y ya está aquí y ya está dentro de las instituciones porque el Partido Popular les ha abierto la puerta y les ha dicho que está dispuesto a gobernar con ellos a cualquier precio y además asumiendo postulados que la ultraderecha le está poniendo encima de la mesa. Por tanto, creo que la obligación de quienes consideramos que eso no puede ser así, tenemos que explicarlo, que contarlo y hacer un llamamiento al voto. Hacerlo a través de la democracia, que es lo que nos permite afianzar todo eso. Que haya, también, un mensaje muy potente diciendo que no estamos dispuestos a renunciar a tantas conquistas que la propia sociedad ha ido construyendo y demandando. Estamos defendiendo lo que somos y lo que queremos ser. Ya ni siquiera por nosotros, sino por la gente que luchó y por las generaciones que vienen. Creo que nos jugamos la España que realmente queremos.

- Mencionó que en algunos casos el PSOE no consiguió mantener las coaliciones de Gobierno, ¿qué desafíos presenta la consolidación de ese esquema de cara a la elección? 

- Hay que ser realistas, ahora mismo los gobiernos de mayoría absoluta de momento no van a existir. Hay que buscar puntos de encuentro con otras organizaciones políticas con las que puedes compartir al menos una parte muy importante de ideario y de objetivos políticos. En este momento hay una nueva opción, una coalición de partidos que se llama SUMAR, que está congregando un espectro de la izquierda muy importante y creo que la idea es evidentemente que podamos entre ellos, entre nosotros y algunas otras fuerzas que también tienen una mirada progresista, poder conformar una mayoría suficiente para gobernar. Nosotros estábamos en coalición con Podemos en el Gobierno y en estos años hemos conseguido sacar adelante más de 200 y pico leyes y eso significa que hubo otros partidos que se sumaron a esos planteamientos porque ni nosotros con Podemos sumábamos una mayoría absoluta, necesitábamos a otras fuerzas. Eso es cuando hay capacidad de diálogo, cuando no lo hay, bueno, eso es tremendamente peligroso porque, evidentemente, nos lleva a otras épocas muy oscuras que hicieron mucho daño, que es la antipolítica, pero también la falta de democracia. 

- ¿Qué expectativas genera en este contexto la presidencia en la Unión Europea que tiene ahora Sánchez, que ha asumido recientemente? 

- Nosotros llevamos preparando la presidencia de la UE desde hace tiempo. Entre los planteamientos y objetivos consideramos que tiene que estar el análisis desde el punto de vista económico de lo que está pasando en el mundo, el cambio climático, la igualdad y la triple transición energética. Y, bueno, América Latina tiene que ser una mirada preferente de la Unión Europea. Creo que hay que aprender de los sucesos internacionales que han ocurrido en los últimos tiempos. Uno de los más recientes es el caso de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y ahí se ha visto que cuando hemos tenido que tomar posicionamientos en Naciones Unidas para marcar una postura respecto a esa invasión, América Latina ha votado de una manera muy semejante y yo creo que ha sido el continente que más ha respondido apoyando los posicionamientos de la UE. Eso significa que hay un espectro de oportunidades, de afinidades, de miradas en muchísimos campos, evidentemente, hacia el futuro y hay en este momento un movimiento en América Latina tremendamente potente en este sentido. Creo que compartimos objetivos muy importantes y, sobre todo, también objetivos de reforzamiento institucional, de poner en valor la democracia y encaminar hacia un mundo que cada vez sea más sostenible. La intencionalidad es que América Latina tenga una relación con Europa muchísimo más intensa y que haya un refuerzo de esta relación bi-regional que camine hacia abrir nuevos ámbitos de colaboración conjunta. Creo que eso nos beneficia a ambas regiones.