Los presidentes de Brasil y Colombia siguen de cerca el derrotero de las elecciones en Venezuela, el próximo 28 de julio. “Esperamos que las elecciones transcurran de forma tranquila y que los resultados sean reconocidos por todos”, sostuvo el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. En paralelo, su par colombiano, Gustavo Petro, volvió a pedir un "acuerdo nacional".
Mientras tanto, la campaña ya arrancó, las delegaciones internacionales con más de 600 veedores se instalaron en el país para acompañar la contienda que tiene como protagonista a Nicolás Maduro, que busca renovar su mandato; y a Edmundo González, en nombre del sector mayoritario de la oposición, nucleado en la Plataforma de Unidad Democrática.
Lula se manifestó desde Bolivia –flamante Estado miembro del Mercosur-, a donde llegó para reunirse con su par Luis Arce y afianzar la relación entre los dos países con la firma de una decena de acuerdos de cooperación. “Esperamos poder recibir rápidamente a Venezuela de vuelta. La normalización de la vida política significa estabilidad para toda América del Sur”, sostuvo el mandatario, que durante la jornada del lunes fue uno de los mandatarios que participó de la Cumbre de presidentes del bloque económico sudamericano, en el que Venezuela está suspendido. En esa línea, dijo que “hacía un voto (de confianza)” para que el proceso se lleve a cabo de forma “tranquila y que los resultados sean reconocidos por todos”.
El 20 de junio pasado, el Consejo Nacional Electoral venezolano propuso un pacto para que los diez candidatos de la contienda se comprometieran a reconocer los resultados. En los diez puntos lo aspirantes, además, reconocen que el organismo “viene dando cumplimiento a las garantías electorales en cada fase del proceso previsto en el cronograma electoral”, que se pautó en el marco del Acuerdo de Barbados firmado por el Gobierno y un sector de la oposición. Sin embargo, en la firma de este acuerdo hubo, al menos, una gran ausencia: la representación opositora mayoritaria, en la fórmula que encabeza Edmundo González.
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El ex diplomático venezolano y representante de la PUD criticó fuertemente el acuerdo en sus redes sociales y sostuvo que hay un “sesgo que caracteriza esta campaña desigual, donde el CNE debería actuar con la imparcialidad exigida por la Constitución y la Ley”. Estas elecciones son las primeras a las que la oposición se presenta al cabo de una década de abstencionismo.
Por su parte, el mandatario colombiano volvió a insistir con una idea que ya había propuesto: un acuerdo nacional, “que en el caso venezolano busque las máximas garantías a la oposición respetando el resultado electoral próximo”, escribió en sus redes sociales.
Para Petro, “el acuerdo hecho por las altas partes contratantes: el gobierno y la actual oposición debería, como hicimos en Colombia con el acuerdo de paz, ser elevado como declaración unilateral de estado ante la comisión se seguridad para mayor garantía de todas las partes”. Una vez que eso suceda, propuso, que se “levante todo bloqueo económico contra el pueblo venezolano”, uno de los máximos reclamos del Gobierno de Maduro.