El aborto se convirtió en uno de los principales temas de la campaña electoral en Estados Unidos. Tras la anulación hace dos años del fallo que permitió la interrupción del embarazo durante más de seis décadas, se abrió el debate entre los candidatos y sus seguidores acerca de qué se debe hacer desde lo legal con los derechos reproductivos. Kamala Harris promete llevar adelante una ley nacional para garantizar su acceso, mientras que Donald Trump es más ambiguo y sostiene que deben decidirlo los estados, aunque su electorado más duro pide directamente que se prohíba.
Derechos reproductivos
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Jesse se levantó temprano este sábado para sumarse a la caravana conocida como Fighting for Reproductive Freedom (Peleando por la libertad de los derechos reproductivos) que apoya a la candidatura de Harris en Avondale, condado de Maricopa, en el estado de Arizona. “Vine por mí y por el futuro de mis hijos para que tengan derecho a elegir sobre su cuerpo. Trump va a buscar prohibir el aborto en todo el territorio nacional”, explicó a El Destape la simpatizante demócrata de tan solo 24 años en el acto que se realiza en el patio de una casa del vecindario. Ella es una más de las jóvenes que acompañan al camión que lleva la escritura de la campaña y que recorre distintos puntos del Estado.
La actividad reúne a seguidores del Partido Demócrata, entre los que se suman desde artistas a dirigentes políticos locales y consiste en realizar distintas actividades con la finalidad de conseguir más apoyo para Harris. “No a la prohibición extremista de Trump”, rezan los carteles que se posan sobre el frente de la casa donde se lleva adelante el acto y donde se congregaron los militantes. Primero se dieron unas palabras de aliento con los discursos y luego cada una emprendió viaje a lo que se conoce como knock docks for Kamala Harris, que es básicamente golpear cada puerta del vecindario para hablar con la gente que vive allí. También cuentan la cantidad de llamadas que realizaron y se incentivan para hacer más telefónicas para garantizar que más personas vayan a votar y que en este caso lo hagan por la candidata.
“Una chica de 18 años murió porque no le quisieron practicar un aborto en Texas, tenía la edad de mi hija”, contó la conocida actriz, Jeri Ryan, visiblemente emocionada durante el acto de la campaña a favor de la libertad de los derechos reproductivos que se llevaba adelante en el patio de una casa. Es válido recordar que apenas unos días después del fallo de la Corte que permitía el aborto el estado texano prohibió el aborto en casi todos los casos, solo hay unas pocas excepciones. Lo que llevó a que se comiencen a registrar casos de mujeres que mueren porque incluso aunque tengan algún síntoma, no las intervienen y mueren.
El caso al que se refería la actriz es al de Nevaeh Crain, una joven de 18 años, que murió el año pasado en Texas. Ella ya tenía seis meses de embarazo y se enteró que tenía una complicación, pero como en el estado prohibieron las interrupciones después de las seis semanas, los médicos por miedo a las consecuencias no quisieron practicarle un aborto y murió. Este fin de semana desde la campaña, realizaron un video que se viralizó donde se ve cómo una mujer embarazada no puede más del dolor en el piso y un político republicano le impide el aborto. También desde la propia cuenta de Harris publicaron otro spot en el que recuerdan a otra chica que murió en Georgia.
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Otra de las oradoras de la campaña fue otra conocida actriz y militante, Danai Gurira, quien nació en Estados Unidos pero se crió en Zimbabwe y explicó que por esa situación siempre le tocó amplificar la voz de las mujeres de zonas de conflicto que fueron abusadas sexualmente. “Mi participación en esta campaña se siente como la cosa más importante de la que participé, conectándome con los votantes, viajando por todo el país, conociendo gente y hablando para combatir la desinformación, quedan tres días para que podamos elegir a Kamala Harris como la próxima presidenta de Estados Unidos”, dijo entusiasmada la actriz frente a los simpatizantes demócratas que se preparaban para conseguir más votos.
El fallo y la campaña
En Estados Unidos, desde la década del ‘70 se podía acceder al aborto a través del fallo conocido como Roe versus Wade. Esta situación cambió en junio del 2022 cuando la Corte Suprema, con una mayoría conservadora con jueces que nominó Trump, decidió anular esa decisión judicial que se había mantenido durante años. Desde ese momento, el mandatario actual, Joe Biden, se mostró contrario a la medida y afirmó que se debía llevar adelante la legalización a través de una ley nacional. Algo que Harris tomó fuertemente en la campaña y que ha repetido varias veces al asegurar que lo va a hacer cuando sea gobierno.
“Simplemente no respeta la libertad de las mujeres ni la inteligencia de las mujeres para saber qué es lo mejor para ellas y tomar decisiones en consecuencia, pero confiamos en las mujeres”, afirmó en uno de sus últimos actos Harris para golpear a Trump en su trato hacia el voto femenino. Un electorado que se espera que apoye fuertemente a la candidata demócrata. De acuerdo a la encuestadora Gallup más del 66% del electorado considera el tema del aborto como “extremadamente importante” o “muy importante”. Sin embargo, eso no significa que sea necesariamente a favor de la interrupción del embarazo, sino que es un tema que moviliza tanto a los que están a favor como a los que están en contra.
Los republicanos se identifican más con la prohibición como se ha hecho en algunos estados como Texas o Georgia que buscaron leyes para prohibirlo en prácticamente todas causalidades o reducir el tiempo. “Luego de 50 años de fracasos, sin que nadie haya logrado nada parecido, fui capaz de matar Roe vs Wade, para gran sorpresa de todo el mundo”, escribió Trump cuando la Corte anuló el fallo. De todas formas, el ex mandatario ha sido bastante antiguo. En archivos anteriores a ser jefe del Ejecutivo se había mostrado favorable, en otras ocasiones contrarias y en campaña sostuvo que tiene que ser una decisión que debe tener cada Estado, es decir, contrario a la idea de que se aplique una ley en todo el territorio.
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Durante el debate con Harris, Trump llegó a decir que los demócratas están de acuerdo en practicar un aborto hasta los nueve meses. Incluso llegó a decir que esperan a que nazca para ejecutarlos. Esta es una narrativa que también se escucha en algunos de los votantes trumpistas: “Trump no está en contra del aborto, pero ellos quieren abortar en cualquier mes”, afirmó a El Destape, Joe, un motoquero que participa de un rodeo en apoyo al ex mandatario.
Desde la campaña por los derechos reproductivos temen que si gana el republicano busque directamente prohibirlo en todo el territorio. El temor se siembra especialmente por las posturas más duras de parte de sus seguidores, de la famosa agenda conservadora 2025 de la cual el candidato busca sostener que no es parte de la campaña, y también por su candidato a vicepresidente, James Vance, que si bien en el último debate con el candidato a vice demócrata, Tim Wolz, negó estar a favor de una prohibición total, su discurso es bastante más conservador que el del Presidente.
Además de apelar a las mujeres que posiblemente sea un electorado que la apoye mayoritariamente, desde la campaña de Harris también apuntan a un electorado joven que se movilice para conquistar un derecho, que más allá de que era a través de un fallo, lo tenían conquistado. En una elección tan reñida, se mira a las minorías como pueden ser los latinos o los afroamericanos, pero posiblemente los más jóvenes que a veces son más reacios a ir a votar puedan hacer una diferencia. Quedó demostrado que el aborto o luchar por los derechos reproductivos en Estados Unidos moviliza a una parte importante de la sociedad y es uno de los principales temas que se discuten acerca del proyecto que quieren como país, entre dos modelos completamente opuestos.