El candidato presidencial Luiz Inácio Lula da Silva se posicionó en contra del aborto de cara a la segunda vuelta que se disputará el próximo 30 de octubre. Lo hizo durante un encuentro con pastores evangélicos y políticos vinculados a las religiones. Allí denunció el uso de la fe con fines políticos y señaló al presidente Jair Bolsonaro por la ola de mentiras lanzadas en su contra, entre ellas la que instaló la idea de que Lula cerrará iglesias y templos, además de baños unisex en las escuelas primarias y jardines de infantes.
“Carta Pública al Pueblo Evangelista” es el nombre de la misiva que dio a conocer el exmandatario y aspirante a un tercer mandato, en un intento por detener la ola de la ultraderecha que instaló una serie de leyendas urbanas en el electorado más pobre neopentecostal, donde se ha detectado un aumento del rechazo al exsindicalista en una agenda de valores y costumbres.
"En medio de este triste escándalo del uso de la fe con fines electorales, me comprometo con ustedes: mi Gobierno nunca utilizará símbolos de su fe con fines políticos partidistas, respetando las leyes y tradiciones que separan al Estado de la Iglesia, para que no haya interferencia política en la práctica de la fe", dijo.
La decisión sobre una carta a los evangélicos se debe a una alerta encendida a 11 días del balotaje por temor a un aumento del rechazo contra la figura de Lula que pueda permitir la abstención y el avance bolsonarista, según explicó a Télam un portavoz de la campaña del Partido de los Trabajadores (PT) presente en el acto, en un hotel en San Pablo. Es que las encuestas marcan que Bolsonaro lidera 65 por ciento a 35 por ciento las preferencias entre los evangelistas.
El expresidente, quien marcha a la cabeza en las encuestas con vistas al balotaje con Bolsonaro del 30 de este mes, aseguró que respetará la libertad de culto en el país, desmintió que si llega al Gobierno cerrará tempos e instalará baños unisex y denunció una campaña de "mentiras" por parte del bolsonarismo.
Lula ratificó, además, su posición en contra del aborto "en forma personal", pero aclaró que la discusión para cambiar la legislación es un asunto a ser discutido por el Congreso y no por el Presidente de la República.
Con el acto en San Pablo, el candidato opositor intentó rechazar la ola de mentiras falsas lanzadas por los principales pastores electrónicos neopentecostales, sobre todo la Iglesia Universal, cuyo dueño, Edir Macedo, controla el canal Record, el segundo de la tv brasileña, y el portal r7, el segundo más visto del país. "Vivimos un período en el que la mentira se está utilizando de manera intensiva con el fin de infundir miedo a las personas de buena fe y alejarlas de apoyar una candidatura que las defiende más", dice además la carta, leída en el acto por Gilberto Carvalho, su exsecretario general de la presidencia y nexo político del PT con el papa Francisco.
Según Lula, la carta es para "reafirmar el compromiso con la libertad de culto y religión en nuestro país".
"Todo el mundo sabe que nunca hubo ningún riesgo para el funcionamiento de las Iglesias mientras yo era Presidente. ¡Por lo contrario! Con la prosperidad que ayudamos a construir, fue en nuestro Gobierno donde más crecieron las Iglesias, principalmente las evangélicas, sin ningún impedimento", dijo.
En un discurso tras la lectura de la carta, Lula denunció a la existencia de un momento nunca vista en la historia política brasileña, que es la diseminación de odio.
Con información de Télam.