Luiz Inácio Lula da Silva se convirtió en el presidente electo de Brasil este domingo tras ganarle al mandatario Jair Bolsonaro en un histórico balotaje. El líder de izquierda, quien recientemente cumplió 77 años, se impuso en la segunda vuelta y volverá al gobierno por tercera vez en la historia. Lula asumirá el 1º de enero y gobernará Brasil durante cuatro años. Dijo que apelará al diálogo durante su gobierno.
En este marco, en su discurso sostuvo que su compromiso con todos los brasileños es terminar con el hambre. "Voy a gobernar para todos los 215 millones de brasileños, incluso para quienes no me votaron. No existen dos Brasil", afirmó el líder del Partido de los Trabajadores (PT) como presidente electo y convocó a "reconstruir el alma de Brasil".
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"Nuestro compromiso es terminar con el hambre otra vez. No podemos aceptar como normal que millones no tengan que comer", añadió en su discurso, tras asegurar que su principal misión será incluir a la población más pobre en el presupuesto público. "Los principales problemas pueden resolverse con diálogo y no con fuerza bruta", remarcó.
En esta sentido, aseguró que van a "restablecer el diálogo para luchar contra el hambre y con el Legislativo, sin intentar cooptar, sino reconstruir la convivencia armoniosa y republicana". La alianza de partidos que apoya a Bolsonaro obtuvo una amplia mayoría en el Congreso en la primera vuelta del 2 de octubre.
Luiz Inácio Lula da Silva se convirtió este domingo en el presidente electo de Brasil tras ganarle al mandatario Jair Bolsonaro en un histórico balotaje. Lula se impuso por 50,9% al 49,1% al mandatario de ultraderecha en la segunda vuelta de estos comicios, según datos del tribunal electoral, con el 99,99 por ciento del escrutinio.
Unos minutos antes de que se conociera oficialmente su victoria, Lula publicó en Twitter una imagen de su manos sobre la bandera brasileña y la palabra "democracia". El líder del Partido de los Trabajadores (PT) salió en la noche de ayer de su casa en la zona oeste de Sao Paulo para hacer un pronunciamiento.
Lula votó ayer cerca de San Pablo, en la misma escuela donde se votó a sí mismo por primera vez para presidente en 1989. Luego, esperó los resultados en el hotel Intercontinental, donde estuvo montado su bunker para luego festejar en la Avenida Paulista. "Esta elección no define solo un modelo de país, sino que define un modelo de vida para los brasileños", sostuvo. "Por eso, es la elección más importante de mi vida, por un proyecto para que la democracia sea vencedora", agregó. El líder de izquierda abogó por relanzar el proceso de integración sudamericana y latinoamericana, reforzando el Mercosur y recomponiendo a la Unasur para poder negociar con las grandes potencias en pie de mayor igualdad.
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Unos 150 millones de brasileños estaban habilitados para votar este domingo. Más del 20% del electorado se abstuvo de hacerlo en la primera vuelta y gran parte del esfuerzo final de ambos candidatos estuvo destinado a potenciar la concurrencia a las urnas. Bolsonaro, de 67 años y en el poder desde 2019, se presentó como el paladín de los valores familiares tradicionales, opuesto al aborto, al matrimonio igualitario y a la educación sexual integral.