El mapa de los gobernadores será fundamental para la relación de fuerzas de los próximos cuatro años. Brasil es un país profundamente federal y los gobernadores tienen un peso político muy fuerte. Los tres estados política y económicamente más importantes del país son San Pablo, Río de Janeiro y Minas Gerais y el lulismo recibió duros golpes en los tres.
En Río de Janeiro, el bolsonarismo, representado en el Partido Liberal, ganó en primera vuelta. Su candidato Claudio Castro obtuvo más del 58% frente al candidato del lulismo y la izquierda Marcelo Freixo, con consiguió apenas un 27%. En San Pablo, en tanto, habrá una segunda vuelta seguro y el candidato del PT no llega bien parado. El ex alcalde de San Pablo Fernando Haddad quedó segundo con más del 35%, mientras que el ex ministro del presidente Jair Bolsonaro, Tarcísio Gomes de Freitas quedó primero con más del 42%, con más del 92% escrutado.
En Minas Gerais, el candidato del lulismo, el ex alcalde de Belo Horizonte Alexandre Kalil perdió en primera vuelta ante el actual gobernador, Romeu Zema Neto, por 56,7% a 34,5%.
En el resto del país, las noticias no son mejores.
En el estado de Paraná, al sur de San Pablo, el otrora simpatizante del presidente Jair Bolsonaro, Carlos Massa Ratinho Junior, del Partido Social Democrático (PSD) arrasó y consiguió la reelección con casi el 70% de los votos, con más de un 90% escrutado. El candidato del Partido de los Trabajadores (PT), del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el ex gobernador del estado Roberto Requião, quedó segundo muy atrás con 26% de los votos.
El PSD es visto por muchos como filobolsonarista, pero ellos lo niegan y se distanciaron del presidente, especialmente cuando empezó a caer en las encuestas. Sin embargo, tiene una retórica similar contra la intervención estatal y las políticas de redistribuición de renta.
En plena Amazonía, lindante con la frontera con Perú, el senador del partido conservador Progressistas Gladson Cameli ganó en primera vuelta la gobernación de Acre, con más del 56% de los votos. El segundo lugar fue para el candidato del PT, Jorge Viana, un ex gobernador y ex senador, que obtuvo solo un 24%, con más del 90% escrutado.
En el Distrito Federal, en tanto, el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), una suerte de partido pragmático ante todo que suele aliarse con los Gobiernos a nivel federal, se impuso con más del 50%. El gobernador Ibaneis Rocha fue reelecto.
En el pequeño estado de Espíritu Santo, al norte de Río de Janeiro, ya es seguro que habrá segunda vuelta el 30 de octubre entre el candidato del Partido Socialista Brasileiro (PSB), Renato Casagrande, y el de Partido Liberal (PL), el diputado Carlos Manato.
También en la Amazonía, el gobernador de Mato Grosso, Mauro Mendes, de Unión Brasil, le ganó por más del 68% a la candidata del Partido Verde, Marcia Pinheiro. En tanto, en el estado lindante con Paraguay de Mato Grosso do Sul habrá un balotaje seguro entre los candidatos del Partido Renovador Trabalhista Brasileiro y la socialdemocracia.
En el estado norteño de Pará, el gobernador del MDB Helder Barbalho fue reelecto con casi el 70% de los votos, mientras el bolsonarismo quedó segundo muy lejos. En tanto, en Pernambuco, un estado afín al lulismo, su candidata no declarada, Marília Arraes, quedó primera pero por apenas dos puntos porcentuales y enfrentará un balotaje con la dirigente de la socialdemocracia Raquel Lyra.
Una de las pocas victorias en primera vuelta que se anotó el PT en el mapa de gobernadores fue en Piauí con Rafael Fonteles.
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