Elecciones en Paraguay: entre la continuidad colorada y otra oportunidad para la centro-izquierda

A casi un mes de los comicios presidenciales del país vecino, los candidatos con más posibilidades son Peña, un aliado del denunciado ex presidente Cartes, y Alegre, el representante de la alianza que incluye al ex mandatario derrocado Lugo.

25 de marzo, 2023 | 17.21

Paraguay se debate entre continuar con casi 70 años de gobernanza del Partido Colorado o apostar a una alternancia política. A poco más de un mes de la elección presidencial del próximo 30 de abril y según las encuestas, la disputa estará entre el candidato oficialista de la Asociación Nacional Republicana (ANR), Santiago Peña, y el propuesto por una coalición de centro izquierda, Efraín Alegre, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). Dado que los sondeos varían de una diferencia de más de 10 puntos a un resultado ajustado, la apuesta ahora estará en captar los votos de los que se posicionan en tercero y cuarto lugar. 

Los candidatos

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Peña se posicionó como candidato tras las primarias del pasado 18 de diciembre, cuando le ganó a Arnoldo Wiens, que era el aspirante que apoyaba el actual presidente, Mario “Marito” Abdo Benítez. Mientras que el actual postulante a la Presidencia pertenece a la otra facción del Partido Colorado, que es la representada por el ex mandatario Horacio Cartes, actual líder del espacio político, acusado recientemente por Estados Unidos como “significativamente corrupto”, y que en las últimas horas la Fiscalía paraguaya anunció que lo investigará por esa denuncia.

“Nosotros tenemos una dupla presidencial integrada por dos personas aún jóvenes, pero con mucha experiencia. Peña es una persona muy capaz que conoce y maneja las finanzas públicas del Estado paraguayo, economista de alto nivel de preparación y es una persona que a la par de eso, indudablemente es muy experimentado en relación al manejo institucional”, afirmó a El Destape, el diputado de la ANR, Miguel Tadeo Rojas, sobre el aspirante a la Presidencia. “Santi”, como lo llaman en campaña, fue ministro de Hacienda del gobierno de Cartes, además de haber sido miembro del directorio del Banco Central de Paraguay.

En la vereda de enfrente está Efraín Alegre, el candidato de lo que se denominó Concertación Nacional, espacio que agrupa movimientos políticos de la centro izquierda del país. Fue senador y ministro de Obras Públicas durante el gobierno de Fernando Lugo. Es la tercera vez que el líder del PLRA se presenta para ser mandatario, ya lo había hecho en el 2013 y en el 2018. Desde esas campañas, el dirigente liberal hablaba de la “narcopolítica", en relación al ex mandatario Cartes, quien está acusado por el gobierno estadounidense de mantener vínculos con agrupaciones terroristas y relacionadas al narco. 

Entre los movimientos que integran la Concertación se encuentra el espacio político del ex presidente Lugo, el Frente Guasú. Es válido recordar que, en Paraguay, el Partido Colorado gobernó el país casi de manera ininterrumpida durante siete décadas, primero de la mano del dictador Alfredo Stroessner entre 1954 y 1989 y luego con todos los mandatarios desde la vuelta de la democracia, con una sola excepción. La única alternancia fue en el 2008, cuando ganó el ex obispo que fue destituido en el 2012, hecho que para un gran sector político fue considerado un Golpe de Estado. 

Además de los dos candidatos mejor posicionados, se presentan también Paraguayo Cubas que se posiciona como “antisistema” y que según algunos sondeos podría sacar más de 10 puntos. Si bien es difícil enmarcarlo entre la derecha y la izquierda, tiene una visión muy conservadora en materia social con comentarios muy polémicos sobre la comunidad LGBT, entre otros. Con menos del 5% de apoyo, se encuentran Euclides Acevedo más asociado a la izquierda y el reconocido arquero, José Luis Chilavert, con un programa más conservador.

Las encuestas

Es difícil tomar un promedio de los últimos sondeos, debido a que hay algunas encuestas que dan la victoria por más de 20 puntos a Peña, como es el caso de Folha, a algunas que lo dan unos 10 arriba como es Ecodat, otras dan una ajustada diferencia y algunas vaticinan que Alegre será el ganador por cuatro puntos, como GEO. En Paraguay no hay segunda vuelta, es decir, que el 30 abril se consagrará como presidente quien más votos obtenga.

“Hoy podemos identificar que dentro del electorado existe un porcentaje colorado del 40% de votos duros, un porcentaje de anti colorados promedio en sondeos históricos del 35% y tenemos un 25% de electores que se declaran independientes o que depende de la imagen del adversario”, afirmó a El Destape, el economista y director de la encuestadora Ecodat, Julián Ruiz. Es por eso, que si bien el especialista explicó que en el promedio de encuestas la ventaja está del lado de Peña, también hay que observar qué pasa con el resto de los candidatos.

Para Ruiz, este mes de campaña dependerá también de lo que pase con el electorado de Cubas, que se postula como un candidato que no pertenece a los espacios políticos tradicionales. “Si Paraguayo le resta votos al Partido Colorado, Alegre podría acercarse a unas elecciones más reñidas. Lo que está ocurriendo ahora es que Cubas le está restando a Alegre y podríamos tener una victoria de Peña de una diferencia de 10 puntos o más. Depende mucho de los candidatos que ocupan el tercero y cuarto lugar, de cómo van restando a los colorados o al anti coloradismo”, aseguró el economista.

El especialista sostuvo que el panorama electoral se parece al del 2013, cuando Cartes le ganó a Alegre por poco más de 8 puntos. Sin embargo, varios críticos de los sondeos afirman que la elección podría parecerse más a la de 2018, cuando hablaban de una victoria de Marito por más de 20 puntos y la diferencia fue de apenas 3 puntos con el candidato actual de la Concertación.

Desafíos

Uno de los puntos que suelen criticar, incluso dentro del Partido Colorado, al gobierno de Marito es que no haya habido un crecimiento económico y se produjera un estancamiento de la economía. Durante la pandemia, se sucedieron varias protestas y aumentó el rechazo al Presidente a tal punto que se llegó a pensar que estaba en riesgo su continuidad en el poder. Algo que no fue ajeno para otros países en pandemia.

De todas formas, el crecimiento económico o la macroeconomía cuidada no es sinónimo de distribución. “Hay un problema estructural que es la extrema desigualdad de ingresos salariales y a la tierra. El propio Instituto Nacional de Estadísticas sostiene que el promedio de ingresos laborales del grupo de población más rico es 36 veces más alto que el de la pobre. El coeficiente de Gini es de 0.460 (mide internacionalmente los ingresos). Esto sitúa a Paraguay como uno de los países más desiguales del mundo”, afirmó a El Destape la doctora en Procesos Políticos Contemporáneos de la Universidad de Salamanca, España, Sara Villalba Portillo.

Para la especialista paraguaya otros de los grandes desafíos tiene que ver con la implementación de una reforma agraria, de la vulneración de los pueblos indígenas, además de mejorar el sistema sanitario del cual denuncian faltante desde trabajadores de la medicina a medicamentos e insumos básicos. “El 85% de las tierras es de menos del 2% de los propietarios. Eso es un problema estructural que genera pobreza y exclusión, y está relacionado con la apropiación de manera irregular durante la dictadura (de Stroessner) y no hay medidas de regulación para el agronegocio que están desalojando semanalmente a comunidades indígenas”, agregó Villalba Portillo.

Argentina

“Los argentinos no quieren trabajar. Eso está mal y no queremos llegar a eso”, sostuvo el candidato Peña, hace apenas unas semanas en un foro en el que contaba que había visitado el país. Ambos candidatos visitaron la Argentina, dado que se calcula que viven en el país más de medio millón de ciudadanos paraguayos, aunque el número de electores suele ser bastante inferior. El candidato colorado luego salió a aclarar en el diario La Nación que había que contemplar el contexto en el que lo dijo y justificó el aprecio por el país, al recordar que su mamá y dos de sus hermanas son argentinas, además de ser bisnieto del dirigente socialista Alfredo Palacios, que es su segundo apellido. 

Peña también afirmó tener buen vínculo con el gobernador, Axel Kicillof, de cuando había sido ministro de Hacienda y aseguró que si gana la elección mantendrá una buena relación con el país aunque no coincidan los signos políticos. El candidato colorado recordó también que parte del gobierno de Cartes fue durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner y no hubo inconvenientes. Aunque el lazo más cercano fue durante la administración de Mauricio Macri, que tiene un vínculo personal con el ex presidente acusado y sancionado por Estados Unidos. 

Al ser consultado sobre la Argentina, el diputado Rojas además de remarcar que está confiado en que el Partido Colorado se quedará con la victoria, expresó: “Es fundamental mantener las buenas relaciones a nivel internacional, que el Paraguay siempre ha cuidado para que podamos tener ese comercio internacional que para nosotros es muy importante ha habida cuenta de que somos un país mediterráneo, que no tenemos costa en el mar. Eso hace que siempre estemos buscando una relación diplomática muy sólida con todos los países limítrofes y en ese caso, Argentina siempre fue un aliado importante para nosotros”.

Otro capítulo aparte de la contienda internacional de Paraguay podría ser su reconocimiento de Taiwán, algo que molesta a China que la considera una provincia de su territorio. Las recientes denuncias de Estados Unidos de corrupción en el país, generaron varias especulaciones con un posible trasfondo para que el país vecino no modifique su postura con respecto al gigante asiático, como lo hizo recientemente Honduras y que cada vez son menos. De todas formas, no parece ser un tema de mucha relevancia en la población.

A nivel regional, la llegada de Alegre podría significar un mayor acercamiento de los gobiernos de izquierda o progresistas y quizás marcar alguna diferencia dentro del Mercosur, actualmente con algunas discrepancias. En poco más de cuatro semanas, Paraguay puede ir a una elección más de continuidad del oficialismo u optar por un nuevo rumbo político. Nada está dicho aún en el país vecino.