Irán ejecutó a más de 300 condenados a muerte este año, y en mayo alcanzó cifras en un mes que no se veían desde 2015, alertaron hoy organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Desde el 1 de enero de 2023, al menos 307 personas fueron ejecutadas, una cifra que refleja un aumento de 76% en comparación con los primeros cinco meses de 2022, dijeron las ONG Iran Human Rights (IHR) y Juntos Contra la Pena de Muerte (ECPM).
Sólo en el mes de mayo, 142 personas fueron ejecutadas, es decir, cuatro por día, en la República Islámica, agregaron IHR, con sede en Noruega, y ECPM, con sede en Francia.
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La primera ejecución pública también fue en mayo, dijeron las ONG.
Después de China, Irán, una teocracia musulmana, es el país que lleva a cabo más ejecuciones por año en el mundo, según los grupos de defensa de derechos humanos, como Amnistía Internacional, que denuncian procesos opacos y confesiones forzadas.
Siete hombres fueron ejecutados en la horca por vínculos con las protestas contra el Gobierno que estallaron en septiembre tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini, que estaba detenida en una comisaría por llevar mal puesto el velo islámico.
Varias ONG afirman que las muertes en la horca se multiplicaron en el marco de casos de asesinatos y drogas, con las minorías étnicas presentes de forma desproporcionada.
"El objetivo de la intensificación de las ejecuciones arbitrarias en la República Islámica es extender el miedo en la sociedad, para impedir las protestas y prolongar su régimen", declaró Mahmood Amiry-Moghaddam, director de IHR.
"Si la comunidad internacional no actúa con más firmeza ante la oleada actual de ejecuciones, cientos de personas serán víctimas de su máquina de matar en los próximos meses", agregó, informó la agencia de noticias AFP.
Según el informe, 78 personas fueron ejecutadas por motivos relacionados con la droga, lo que configura un 55% del total de ejecutados este año.
Más del 21% de las personas ejecutadas en mayo, o sea 30 personas, pertenecían a la minoría baluchí, un pueblo seminómade que vive en el sureste del país.
Dos personas fueron ejecutadas por los cargos de blasfemia y una, por adulterio, lo que indica que el Gobierno iraní amplió el alcance de las acusaciones, según el informe.
Las organizaciones dijeron que las ejecuciones en Irán se incrementaron un 85% en comparación con 2021.
La tasa de ejecuciones de los cinco primeros meses de este año demuestra que la tendencia al alza en el número de ejecuciones que se había acelerado a mitad del año pasado continúa con la misma intensidad, alertaron las ONG.
Con información de Télam
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