Tres marines estadounidenses murieron hoy en una isla al norte de Australia, mientras participaban de ejercicios militares y se estrellaron con una aeronave Osprey, cuya seguridad ya fue puesta en duda luego de varios accidentes mortales.
"Había un total de 23 efectivos a bordo. Se ha confirmado la muerte de tres, y otros cinco fueron llevados al Hospital Real de Darwin en estado grave", indicó un responsable de los Marines en un comunicado recogido por la agencia de noticias AFP.
"Los esfuerzos de recuperación están en curso", decía el comunicado, y agregó que la causa del accidente estaba bajo investigación.
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Las tareas de rescate se vieron complicadas por lo remoto del lugar en que se produjo el accidente, la isla de Melville, a unos 60 kilómetros al norte del continente australiano.
"Las tareas de rescate continúan", indicaron las autoridades de Estados Unidos, y añadieron que se están investigando las causas del siniestro.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, calificó de "trágico" el incidente, y enfatizó que las autoridades tratan de comprender lo que ocurrió.
El Osprey, un aparato capaz de aterrizar y despegar verticalmente y más rápido que un helicóptero convencional, estaba participando en el ejercicio Predators Run, una serie de maniobras militares conjuntas con miles de soldados de Estados Unidos y Australia, así como con soldados de otros ejércitos como los de Indonesia, Filipinas y Timor Oriental.
En los últimos años, el norte de Australia se ha convertido en un escenario cada vez más importante para los ejercicios militares del Ejército de Estados Unidos, en un momento en que Washington y Canberra tratan de contener la influencia china en la región Asia-Pacífico.
Alrededor de 150 marines estadounidenses tienen actualmente su base en Darwin y hasta 2.500 rotan por la ciudad cada año.
El ejercicio de 12 días está programado para finalizar el 7 de septiembre e involucra tropas en tierra, mar y aire.
Los aparatos Osprey fueron creados gracias a una cooperación entre el constructor de aviones Boeing y el especialista de helicópteros Bell.
Son aviones híbridos que despegan y aterrizan como un helicóptero, pero durante el vuelo pueden girar sus hélices hacia adelante y volar mucho más rápido, como un avión.
La seguridad de estos aparatos ha sido cuestionada tras varios accidentes mortales.
En 2022, cuatro marines estadounidenses murieron en Noruega cuando su V-22B Osprey se estrelló durante unos ejercicios de entrenamiento de la OTAN.
En 2017, un Osprey del Ejército estadounidense quedó dañado tras haber chocado contra la popa de un barco en el marco de otro ejercicio militar conjunto con Australia. El accidente dejó tres muertos.
En abril de 2000, 19 marines perdieron la vida cuando otro Osprey se estrelló durante un entrenamiento en Arizona.
A inicios de año, el Ejército de Estados Unidos dejó temporalmente en tierra a todos los pilotos que no participaban en misiones críticas y los obligó a recibir una formación adicional tras una serie de incidentes vinculadas con la seguridad.
Los ejercicios militares en Australia ya dejaron cuatro ciudadanos australianos muertos en julio, cuando un helicóptero Tajan se estropeó encima del mar.
El aparato se estrelló luego cerca de las islas Whitsunday mientras participaba en una operación nocturna en el marco de los ejercicios Talisman Sabre, en los que participaron 30.000 militares de Australia, Estados Unidos y otros países.
Con información de Télam