La Casa Blanca confirmó la liberación de dos de los 10 ciudadanos de Estados Unidos presos en Venezuela, después de que los Gobiernos de ambos países mantuvieran inesperadas conversaciones este fin de semana con vista a reanudar el suministro de petróleo y la relación bilateral en general.
Tal como habían informado poco antes varios medios estadounidenses e internacionales, uno de los los liberados es Gustavo Cárdenas, uno de los seis exejecutivos de Citgo -la petrolera estadounidense que pertenece al Estado venezolano- presos en Venezuela desde 2017, dijo anoche la Casa Blanca. Los otros cinco siguen presos.
El otro liberado es cubano-estadounidense Jorge Alberto Fernández, que fue arrestado a principios de 2021 acusado de cargos de "terrorismo" que la Casa Blanca había descrito como "espurios", agregó la sede de la Presidencia estadounidense en un comunicado, informó la cadena CNN.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Estos hombres son padres que perdieron un tiempo precioso con sus hijos y con todos aquellos a quienes quieren, y sus familias han sufrido cada día de su ausencia", dijo el presidente estadounidense, Joe Biden, en un comunicado.
La liberación de Cárdenas y Fernández se produjo después de que este fin de semana, por primera vez en años, delegados de los Gobiernos de Estados Unidos y Venezuela conversaran en Caracas.
El encuentro, que fue confirmado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, fue promovido por Washington con el objeto de que Venezuela supla el petróleo que Estados Unidos dejará de comprarle a Rusia debido al embargo dispuesto ayer por Biden como represalia a la invasión rusa a Ucrania.
Fue una reunión muy diplomática y estuvimos casi dos horas hablando en un ambiente respetuoso y cordial, relató Maduro, y dijo que él mismo participó de la reunión, acompañado por su esposa, la diputada Cilia Flores, y el presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), Jorge Rodríguez.
Psaki afirmó ayer que el propósito del viaje que realizaron los funcionarios de la administración (de Biden) fue discutir una variedad de temas que incluyen ciertamente energía, seguridad energética, aunque también la situación de los estadounidenses presos en Venezuela.
Washington no identificó a los funcionarios que conversaron con Maduro, Flores y Rodríguez.
Estados Unidos y Venezuela rompieron relaciones diplomáticas a comienzos de 2019, cuando Washington desconoció el mandato que inició entonces Maduro por considerar que surgió de elecciones irregulares.
En esa época gobernado por el antecesor de Biden, Donald Trump, Estados Unidos fue uno de los primeros en reconocer como mandatario interino al opositor Juan Guaidó, designado por la AN, que entonces tenía mayoría adversa al chavismo.
La situación no cambió a principios de 2021, cuando Biden sucedió a Trump y la AN pasó a tener mayoría chavista tras el vencimiento del mandato de los anteriores legisladores, incluido Guaidó.
Desde 2019, Washington intensificó las sanciones aplicadas a Venezuela y, como parte de ellas, redujo sus compras de petróleo venezolano y las reemplazó por crudo ruso.
Ahora procura hacer lo opuesto, en medio del debate sobre un posible embargo a las exportaciones de hidrocarburos de Rusia debido a la invasión de este país a Ucrania, según analistas y medios estadounidenses y venezolanos.
Sin embargo, en los días previos a las conversaciones reconocidas anoche por Maduro y Psaki, Washington prorrogó el decreto que designa a Venezuela como amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad estadounidense y Maduro ratificó su alianza incondicional con Rusia.
Los seis exejecutivos de Citgo estaban presos en Venezuela desde 2017. A fines de 2020 fueron sentenciados a distintas penas de cárcel, por haber firmado contratos que "comprometían el patrimonio nacional", y el 4 de febrero pasado el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ratificó las condenas.
Cárdenas -quien fuera vicepresidente de Relaciones Estratégicas- y otros cuatro exdirectivos de Citgo fueron condenados a ocho años y 10 meses de prisión, y José Ángel Pereira, expresidente de la compañía, a 13 años y siete meses.
Con información de Télam