Después de cuatro días y 15 votaciones, el republicano Kevin McCarthy resultó elegido como presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, tras una dura disputa contra legisladores de su propio partido que responden al expresidente Donald Trump. Luego de varias negociaciones, el grupo rebelde compuesto por seguidores del exmandatario cedió y permitió la designación por mayoría simple de McCarthy, en un cargo que representa la tercera figura política más importante del país después del presidente y el vicepresidente.
El congresista por California obtuvo finalmente 216 votos, dos menos de la mayoría establecida en 218, que sin embargo fueron suficientes después de que seis congresistas hayan votado "presente", lo que equivale a una abstención que permitió reducir el número total de sufragios necesarios para alcanzar la mayoría. De esta forma, terminó un bloqueo inédito en más de 160 años a la designación del titular de la Cámara, lo que igualmente augura agitados debates y tensión en el Congreso estadounidense en los próximos dos años.
"Es tiempo de gobernar responsablemente y asegurar que ponemos los intereses de las familias estadounidenses primero", indicó tras la elección el presidente Joe Biden, quien se dijo "preparado para trabajar con los republicanos". Durante toda la semana, el ala más dura de los republicanos, que acusan a McCarthy de haberse plegado a los intereses del poder establecido, aprovecharon la ajustada mayoría en la Cámara lograda en las elecciones de mitad de mandato de noviembre pasado para bloquear la designación.
No redujeron la presión hasta obtener garantías significativas, entre ellas la aplicación de un procedimiento para facilitar la destitución del presidente de la Cámara: "Tenemos que volver a encarrilar a Estados Unidos", dijo McCarthy, de 57 años, antes de prestar juramento en el cargo de "speaker" en reemplazo de la demócrata Nancy Pelosi.
Entre los principales temas a debatir en el Congreso en los próximos meses figuran las negociaciones para elevar el límite de la deuda pública estadounidense, la financiación del Estado federal y, probablemente, el desbloqueo de ayudas suplementarias para Ucrania. En el poder de la Cámara baja, los republicanos prometieron lanzar una serie de investigaciones sobre la gestión de Biden de la pandemia o de la retirada de Afganistán.
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"Es tiempo de ejercer un control sobre la política del presidente", subrayó McCarthy desde el hemiciclo, según declaraciones reproducidas por la agencia de noticias AFP.
Sin control de ambas cámaras, a diferencia de lo ocurrido tras su investidura en 2021, Biden no puede aspirar a aprobar grandes leyes. Pero con el Senado en manos demócratas, los republicanos tampoco pueden avanzar de forma unilateral sobre sus proyectos. En ese contexto, a lo largo de este proceso de designación del titular de la Cámara baja, el partido de Biden denunció el dominio de trumpistas (muchos de los cuales aún se niegan a reconocer su derrota en 2020) en el Partido Republicano, dos años después del asalto al Capitolio que se cumplió ayer.
"El caos en la Cámara de Representantes es sólo otro ejemplo de cómo una franja extrema impide gobernar", dijo el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer. Pero sin mayoría en la Cámara de Representantes desde las elecciones de noviembre, los demócratas tampoco disponían de apoyos para conseguir la elección de su candidato a "speaker", Hakeem Jeffries.
Por su parte, el expresidente Trump felicitó a McCarthy y al "gran Partido Republicano" tras destrabarse la votación.
"El proceso de selección, por loco que parezca, lo ha hecho mucho más grande e importante que si se hiciera de la manera más convencional. ¡Felicitaciones a Kevin McCarthy y a nuestro gran Partido Republicano!", escribió el magnate en su plataforma Truth Social, según consignó la cadena CNN.
Con información de Télam