El nuevo cardenal de Estados Unidos, el obispo de San Diego Robert McElroy, consideró hoy que es un "problema terrible" que no haya "limitaciones razonables" a la tenencia de armas en su país, al tiempo que destacó que hay un "gran cariño" al papa Francisco, pese a las críticas "sobrerrepresentadas" en algunos medios norteamericanos.
"El hecho de que no tengamos limitaciones razonables a la tenencia de armas es un problema terrible", planteó McElroy en entrevista con Télam en el Vaticano tras ser nombrado cardenal por el papa Francisco.
En mayo pasado, el Papa había pedido "decir basta al tráfico incontrolado de armas" tras un tiroteo en una escuela de Texas que causó 22 muertos.
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Según el nuevo purpurado, de 68 años y considerado dentro de los sectores más progresistas de su país, el problema de la tenencia de armas se debe contar también dentro de las preocupaciones de la Iglesia para el cuidado de la vida.
"También el tema del aborto, en el que monitoreamos la evolución del tema estado por estado", dijo McElroy en referencia al fallo reciente de la Corte Suprema estadounidense que derivó al ámbito estatal y ya no federal la habilitación o no de las interrupciones de embarazo legales.
Por otro lado, McElroy destacó la "contribución" de la inmigración a la sociedad de San Diego, en especial la que llega desde México y Latinoamérica.
"San Diego es un ejemplo de lo que el Papa llama el poliedro, con realidades distintas que conviven, en una sociedad culturalmente muy diversa. Somos la intercesión entre Latinoamérica y Estados Unidos", sostuvo.
Para el nuevo cardenal, "la mayoría de nuestros católicos son latinoamericanos, en particular de México. Por muchas generaciones hemos tenido latinoamericanos en la ciudad, son más de 150 años de su presencia".
En ese marco, McElroy ponderó que "hay una contribución enorme que le dan a nuestras comunidades, en especial, por ejemplo, sobre la vida en familia, al igual que con la religiosidad popular que desarrollan al llegar".
Según McElroy, la gran presencia de inmigrantes hace que la caída de las tasas demográficas no sea una "preocupación" en su país.
"En Estados Unidos hay una caída de las tasas de nacimiento, sí, aunque no tan grande como en Europa. Pero tenemos a la inmigración, por lo que no nos preocupamos, que ayuda a sostener la población. Y eso es parte también de su contribución a nuestras sociedades desde hace tiempo", afirmó.
McElroy destacó además el "gran cariño" que hay hacia el Papa en su país pese a las posturas de algunos medios de comunicación, generalmente ligados a sectores conservadores de la Iglesia y la política.
"Las críticas al Papa están sobrerrepresentadas en los medios. La mayoría de los católicos en Estados Unidos tienen un gran cariño por el Papa", afirmó el nuevo purpurado.
"Uno de los grandes problemas al que nos hemos encontrado en San Diego, dentro de las comunidades, es el de la polarización. Hay sí un grupo que se opone al Papa, pero no es mayoritario, y tiene el apoyo de algunos medios", explicó.
McElroy es el único purpurado estadounidense creado en el último consistorio encabezado por el Papa y su designación sorprendió a analistas y miembros de la Iglesia que esperaban la birreta cardenalicia para otros obispos de mayor peso específico, como José Gómez, presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Los Ángeles, la diócesis más grande del país, o el arzobispo de San Francisco, Salvatore J. Cordileone, dos representantes del sector conservador.
Durante la entrevista, el nuevo purpurado identificó además tres áreas que ha desarrollado en su tarea al frente de la diócesis de la ciudad californiana como posibles respuestas al por qué de su nominación cardenalicia.
"Uno de los elementos es la sinodalidad, que es traer a la cultura de la Iglesia más énfasis en inclusión, colaboración, participación, escuchar al otro", planteó.
"Otro es seguir el énfasis que Francisco tiene en la teología pastoral. Es decir, cuál es la aplicación concreta de nuestras creencias doctrinales y sus enseñanzas en la vida real de la gente. Cómo lo traducimos, cómo lo hacemos llegar a los desafíos y preocupaciones que la gente afronta en sus vidas", continuó.
"La tercera área es mirar a la sociedad como un todo, por ejemplo lo que muestra en su encíclica Laudato si' y cómo están unidas pobreza, economía y justicia", agregó el purpurado.
Con información de Télam