La Corte Suprema de Estados Unidos, de mayoría conservadora tras el nombramiento de tres magistrados por el expresidente Donald Trump, escuchará hoy un caso que podría hacer retroceder 50 años al derecho al aborto.
El alto tribunal examinará una ley de Misisipi que prohíbe la mayoría de los abortos después de las 15 semanas de embarazo.
En una decisión histórica con el caso "Roe vs. Wade" de 1973, el tribunal sostuvo que el acceso al aborto es un derecho constitucional de la mujer, derogando las leyes estatales que restringían el procedimiento.
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En un fallo de 1992, en el caso "Planned Parenthood vs. Casey", la Corte Suprema garantizó el derecho a la interrupción del embarazo hasta que el feto fuera viable fuera del útero, algo que ocurre entre las 22 y 24 semanas de gestación.
Sin embargo, esos fallos no pusieron fin a la oposición conservadora y religiosa al aborto, y los activistas contrarios a esa práctica creen que su momento llegó al fin tras años de batallas políticas y legales.
En consecuencia, tras 50 años, ese derecho tambalea en el marco de una serie de embestidas en su contra en instancias inferiores.
Hoy, fecha en la que el alto tribunal empieza a estudiar el asunto, podría ser ser la definitiva.
"Reconocemos la magnitud de lo que estamos pidiendo", escribió la fiscal general de Mississippi, Lynn Fitch, en una columna en el diario The Washington Post.
Agregó que es hora de corregir el "error" cometido por la Corte Suprema en 1973.
"Esperamos y oramos para que esta decisión de la Corte Suprema pueda ser un punto de inflexión histórico para la protección de los más vulnerables", expresó en tanto el grupo antiabortista "March for Life", autodenominado "defensores de la vida".
La ley de Mississippi en cuestión, que es de 2018, prohíbe el aborto después de las 15 semanas de embarazo y no hace ninguna excepción por violación o incesto. Fue bloqueada por inconstitucional en tribunales inferiores hasta terminar en la Corte Suprema.
Con solo acceder a escuchar el caso, el tribunal indica su disposición a revisar fallos previos, al menos en lo que concierne a la "viabilidad".
El sureño Mississippi, estado conservador del llamado cinturón bíblico de Estados Unidos, reclama que la alta corte vaya aún más lejos y anule el fallo "Roe vs. Wade".
"Nada en el texto constitucional, la estructura, la historia o la tradición respalda el derecho al aborto", argumentó el estado en un escrito presentado al tribunal, informó la agencia de noticias AFP.
Con el caso denominado "Dobbs contra Jackson Women's Health Organization -nombre de la clínica de Mississippi- se libra una batalla crucial por la libertad reproductiva en varias generaciones.
El proceso servirá además para probar si Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Barrett, los tres jueces conservadores nombrados por Trump, cumplirán la promesa del expresidente de tumbar la sentencia que garantiza el aborto.
El ingreso de estos tres magistrados inclinó la balanza a favor de los conservadores con con una mayoría de 6-3, más amplia que la histórica de 5-4.
Mississippi recibió el respaldo de otros 18 estados liderados por republicanos, cientos de legisladores, la Iglesia católica y grupos antiaborto, algunos de los cuales pusieron millones de dólares en campañas publicitarias.
El impacto de los nuevos magistrados se hizo evidente el 1 de septiembre cuando la Corte Suprema rechazó una solicitud para bloquear una ley de Texas que prohíbe el aborto después de seis semanas de embarazo.
Julie Rikelman, abogada del Centro de Derechos Reproductivos, que defenderá el caso ante el tribunal, cree que si los jueces mantienen la ley de Mississippi "sería posible que los estados prohibieran el aborto en prácticamente cualquier momento del embarazo".
"Si el tribunal mantiene la prohibición (...) está anulando a Roe y Casey, incluso si la decisión no menciona esas palabras", advirtió.
Los activistas en favor del aborto, asociaciones médicas, grupos por los derechos de la mujer y los derechos civiles presentaron informes ante el tribunal junto con cientos de legisladores demócratas y unas 500 deportistas de primer nivel, incluida la estrella del fútbol Megan Rapinoe.
"Obligar a una mujer a continuar un embarazo en contra de su voluntad es una intrusión profunda en su autonomía, su integridad física y su posición igualitaria en la sociedad", alertó por su parte el Departamento de Justicia en un escrito ante la Corte.
Los magistrados tendrán hasta junio próximo para tomar una decisión.
Con información de Télam