Cinco policías fueron acusados y arrestados hoy en Memphis, Estados Unidos, por la muerte de un afroestadounidense que había sido detenido a comienzos de este mes por conducción imprudente, en un hecho que la familia del fallecido atribuyó a una paliza brutal y por el que el presidente Joe Biden exhortó a que las protestas sean pacíficas.
Los agentes de policía de Memphis, una gran ciudad de Tenessee, todos afroestadounidenses, fueron inculpados por homicidio, golpes y lesiones, así como secuestro, según el registro de la cárcel del condado de Shelby.
El 7 de este mes, los policías quisieron arrestar a Tyre Nichols, un afroestadounidense de 29 años, por una infracción de tránsito.
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Mientras los agentes se acercaban, una "confrontación tuvo lugar" y "el sospechoso huyó", afirmó la fuerza pública en un comunicado.
Tras su arresto, Nichols se quejó de tener dificultades para respirar y debió ser ingresado a un hospital, donde murió tres días después.
Existen videos de los hechos que aún no fueron publicados, según la agencia AFP.
Según los abogados de la familia de Nichols, "la policía lo golpeó al punto en que no era reconocible".
El diario español El País señaló que la familia accedió a la grabación de la cámara que llevaba en el cuerpo uno de los policías y que entonces vio cómo le daban puñetazos y patadas y lo electrocutaban con una pistola eléctrica.
El caso remite inmediatamente al de George Floyd, muerto por policías en mayo de 2020, que dio paso a las manifestaciones de Black Lives Matter contra el racismo y la violencia policial.
Los cinco agentes inculpados fueron despedidos la semana pasada, porque la investigación interna de la policía demostró que usaron fuerza excesiva. Otros policías están bajo investigación.
Los agentes inculpados son "directamente responsables por violencias físicas cometidas sobre el señor Nichols", declaró ayer la jefa de la policía de Memphis, Cerelyn Davis, para quien no se trató "solamente de un error profesional, si no de una falta de humanidad".
El video del arresto, mostrado a la familia de Nichols, debería ser publicado en los próximos días.
Ante la posibilidad de manifestaciones, la jefa de la policía, pidió no "incitar a la violencia o a la destrucción".
En términos similares se expresó Biden, que pidió calma tras la imputación de cargos a los ahora exagentes.
"Mientras los estadounidenses lloran, el Departamento de Justicia lleva a cabo su investigación y las autoridades del estado continúan con su trabajo, me uno a la familia de Tyre en su llamado a las protestas pacíficas", dijo el jefe de la Casa Blanca.
Y agregó: "La indignación es entendible, pero la violencia nunca es aceptable".
Nichols era empleado de FedEx y a los responsables de su muerte pueden caberle de 15 a 60 años de condena.
Con información de Télam