Biden califica de "terrorismo interno" a la matanza racista en Buffalo

17 de mayo, 2022 | 16.19

(Agrega declaraciones de Biden y detalles de su homenaje a las víctimas)

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó hoy de "terrorismo interno" al tiroteo que dejó 10 muertos el sábado pasado en Buffalo, en el norte del estado de Nueva York.

"Lo que sucedió aquí es terrorismo liso y llano. Terrorismo interno", dijo el mandatario, que se trasladó a la ciudad donde el joven de 18 años Payton Gendron mató a 10 afroamericanos, en una de las peores matanzas racistas de los últimos años.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

También calificó de "veneno" a la ideología del supremacismo blanco que propició el ataque en la segunda localidad más poblada del estado de Nueva York, en la frontera con Canadá.

"La supremacía blanca es un veneno que atraviesa nuestro cuerpo político", al que "infecta ante a nuestros ojos", afirmó Biden citado por la agencia de noticias AFP.

Asimismo, condenó a "aquellos que difunden sus mentiras en busca de poder, lucro y ganancia política".

"Insto a todos los estadounidenses a que rechacen esta mentira y condeno a todos los que la propagan para ganar poder, votos y dinero", agregó y sentenció: "Este veneno, esta violencia no puede ser la historia de nuestra época".

Antes de dar su discurso, el mandatario y su esposa Jill Biden se detuvieron un momento ante el memorial improvisado en el lugar de la matanza.

Bajo un sol deslumbrante, se acercaron a la montaña de flores, mensajes y velas que la gente fue dejando al pie de un árbol en medio de un silencio roto por el viento y los clics de las cámaras de los fotógrafos.

La primera dama depositó un ramo de flores blancas, mientras que Biden se santiguó tras retirar sus anteojos de sol.

Acusado por la Fiscalía de "muerte con premeditación", Gendron se declaró inocente en una comparecencia ante la justicia este fin de semana.

La adhesión a las teorías supremacistas blancas, conocida como Gran Reemplazo, que denuncian una conspiración para sustituir a los estadounidenses blancos por inmigrantes y negros, estaría detrás de este acto que nadie vio venir pese a que el joven le había dicho a un profesor hace menos de un año que sus planes para el futuro eran matar y suicidarse.

Tras ser sometido a un examen psiquiátrico, las autoridades consideraron que no representaba una amenaza.

En 2020 murieron 45.222 personas por armas de fuego en Estados Unidos, según datos de la red estatal de Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), citados por el instituto de investigación Pew, un máximo histórico.

De ellos, 24.292 fueron suicidios y 19.384 homicidios, el mayor número desde 1968, según los CDC.

No obstante, pese al aumento de este tipo de muertes violentas, el índice de defunciones por armas en comparación con la población es inferior al de años anteriores.

Acusado de pasividad por la oposición republicana, el pasado 11 de abril Biden endureció la regulación de las llamadas armas "fantasma", difíciles de detectar porque carecen de número de serie y que pueden ensamblarse como un kit en casa en apenas unos minutos.

Durante su homenaje a las víctimas de la matanza de Buffalo, el líder demócrata instó una vez más a regular las armas de fuego.

"No soy ingenuo. Sé que la tragedia se volverá a producir (...) Pero hay cosas que podemos hacer. Podemos prohibir las armas de asalto en nuestras calles", manifestó.

Limitar la compra de rifles de asalto o imponer un sistema universal de verificación de antecedentes penales y psiquiátricos para los compradores es una ambición de su Gobierno que se topa con la negativa republicana, defensora de la segunda enmienda de la Constitución que protege el derecho del pueblo estadounidense a poseer y portar armas.

Una eventual derrota de los demócratas en las elecciones de medio término de noviembre alejaría aún más cualquier ambición de Biden en este sentido.

Con información de Télam