Un asistente personal de Donald Trump se declaró hoy no culpable de nuevos delitos en el caso de mala gestión de documentos clasificados en la residencia del magnate en Mar-a-Lago, Florida, por el que el expresidente estadounidense también fue imputado.
Waltin Nauta compareció junto a Carlos de Oliveira, el administrador de la finca del magnate en Palm Beach, ante un tribunal federal de Fort Pierce, unos 200 kilómetros al norte de Miami, pero fue el único que declaró ante la jueza federal Shaniek Mills Maynard durante una audiencia de apenas 10 minutos.
El asistente fue acusado de seis cargos en un primer momento, entre los que se encuentran conspirar para obstruir la Justicia, realizar declaraciones falsas y ocultar, destruir o corromper documentos.
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Más tarde, la Justicia estadounidense incluyó otros dos cargos adicionales, de los que se declaró no culpable, informó el diario local The Washington Post y replicó la agencia de noticias Europa Press.
Nauta, quien ya se desestimó a principios de julio los primeros cargos que se le imputaron, fue uno de los asesores leales de Trump, que trabajó con él pese a que un juez ordenó que no podían comunicarse sobre el caso.
Trump, que también estaba convocado en Fort Pierce, se declaró el viernes pasado no culpable de esos nuevos cargos en una nota enviada al tribunal y renunció a su derecho a comparecer.
En tanto, la audiencia de De Oliveira fue reprogramada para el próximo martes al no contar con un representante legal en Florida.
La Fiscalía acusa a ambos de ayudar al exmandatario a ocultar pruebas de que retuvo ilegalmente, en su residencia de Mar-a-Lago, documentos secretos que se llevó al abandonar la Casa Blanca en enero de 2021.
De Oliveira es responsable del complejo de lujo en el que se encontraron cerca de 100 documentos clasificados y que se enfrenta a cuatro cargos por alterar, destruir u ocultar documentos, así como por realizar declaraciones falsas durante una entrevista voluntaria con investigadores federales.
Trump y sus dos empleados están imputados por obstrucción a la Justicia, después de que el multimillonario de 77 años se negara a entregar los 31 documentos reclamados por las autoridades.
La Fiscalía asegura que Nauta movió cajas con esos papeles para ocultarlas al FBI, a un abogado del expresidente y, por tanto, a un gran jurado.
El mes pasado, el asistente personal de Trump negó haber cometido esos delitos, pero tuvo que comparecer hoy por los nuevos cargos contra él.
Esta vez los delitos están relacionados con un intento de borrar imágenes de las cámaras de seguridad que vigilaban el almacén donde se guardaban los documentos clasificados.
Según la Fiscalía, De Oliveira pidió a un técnico que borrara un servidor con las grabaciones porque así lo pedía "el jefe", después de mantener conversaciones con Trump y Nauta.
Los dos acusados estuvieron relajados y sonrientes en la pequeña sala de audiencias de Fort Pierce. Bromearon incluso con sus abogados respectivos antes del inicio de la audiencia.
Los abogados de Trump, Todd Blanche y Chris Kise, estuvieron en la audiencia de este jueves para confirmar la declaración de su cliente.
El comienzo del juicio fue fijado para mayo de 2024, en medio de una campaña presidencial en la que Trump, que se declaró no culpable ante un tribunal de Miami de 37 cargos por el caso, es el favorito para liderar a los republicanos, a pesar de los escándalos judiciales.
La semana pasada, el magnate compareció ante un tribunal federal de Washington por el caso más espinoso de los que afronta: el de sus presuntos intentos de cambiar el resultado de las presidenciales de 2020 que perdió ante el demócrata Joe Biden.
En la capital, Trump, que sigue asegurando que le robaron esos comicios, defendió su inocencia.
También lo hizo en abril, en una corte de Nueva York, ante una acusación de fraude relacionada con el uso de fondos de campaña para hacerle pagos a la estrella de películas porno Stormy Daniels, con el presunto objetivo de comprar su silencio sobre una infidelidad.
Con información de Télam
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