La diplomacia brasileña sigue avanzando a toda velocidad. Luego del viaje de tres días del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a China y Emiratos Árabes Unidos, en el que hizo de la búsqueda de la paz en Ucrania una prioridad, su canciller, Mauro Vieira, se reunió con su par ruso en Moscú este lunes para continuar esta discusión y profundizar la relación bilateral. Tras el encuentro, el ministro Serguei Lavrov -que el mes próximo visitará América Latina y hará una parada en Brasil- agradeció los esfuerzos brasileños en el conflicto armado, aunque no dio una respuesta concreta a la propuesta de Lula.
Este lunes las palabras del fin de semana de Lula aún resonaban en todo el mundo: "Estados Unidos tiene que dejar de fomentar la guerra y empezar a hablar de paz", y "tenemos que convencer a la gente de que la paz es el camino". Lavrov destacó estas declaraciones durante su encuentro con Vieira y le agradeció. No respondió de manera directa y clara a la propuesta de abrir una mediación entre Rusia y Ucrania, solo se limitó a repetir lo que ha sido hasta ahora la posición de Moscú: "Estamos interesados en que el conflicto ucraniano termine cuanto antes. Ya hemos explicado con todo detalle en muchas ocasiones las razones de lo que está sucediendo, los objetivos que perseguimos al respecto."
Los objetivos declarados de Rusia, según Lavrov, son generar garantías de que en Ucrania no habrá amenaza alguna a la seguridad militar de Rusia, así como en proteger las vidas y los derechos legítimos de la población rusoparlante en el este y el sur de Ucrania. "Estoy seguro de que estos objetivos comparte cualquier persona que está comprometida con los principios basados en las convenciones internacionales para proteger y garantizar los derechos de las minorías nacionales", afirmó ante la prensa.
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Tanto Kiev como sus aliados occidentales rechazan estos objetivos y sostienen que solo buscan encubrir la anexión -no reconocida por la comunidad internacional- de por ahora cinco regiones de Ucrania: la península de Crimea en 2014 y cuatro regiones del este y sur del país, tras la invasión militar rusa de febrero del año pasado. Antes de viajar a China, Lula había adelantado que, si bien Rusia debe poner fin a la invasión y retirarse de los territorios ocupados, Ucrania tiene que aceptar que podría no recuperar Crimea, por ser considerada un lugar estratégico para Moscú y su base militar.
Vieira, por su parte, aprovechó su tiempo frente a la prensa para ratificar la posición expresada por Lula. "Reiteré la posición brasileña sobre la aplicación de sanciones unilaterales; tales medidas, además de no contar con la aprobación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, tienen un impacto negativo sobre las economías en todo el mundo, en especial en los países en desarrollo", dijo, según publicó el portal G1. "Reiteré nuestra posición a favor de un alto al fuego negociado, con respecto a los derechos humanos, y una solución negociada con vistas a una paz duradera", agregó.
Los dos cancilleres también hablaron del vínculo bilateral, de la necesidad de aumentar la cooperación en materia energética y la investigación en el espacio. "Hoy conversamos sobre los ámbitos que deben desarrollarse en beneficio de nuestros países y ciudadanos. Sobre todo se trata de la energía, en particular del uso de la energía atómica con fines pacíficos, aquí tenemos una buena interacción y perspectivas (...), y el uso pacífico del espacio (...), así como de la agricultura, sanidad y productos farmacéuticos", dijo Lavrov en la conferencia de prensa.
Al finalizar el encuentro, el canciller ruso le extendió una invitación a su par brasileño para que Lula lo visite a Vladimir Putin en Moscú este año. Además, confirmó que el mismo, Lavrov, se reunirá con Lula cuando viaje a Brasilia en las próximas semanas.
Con información de Reuters y Sputnik