El mismo día que sorprendió al mundo con su primer visita a la Ucrania ocupada y en la víspera de recibir a su par chino, Xi Jinping, en Moscú, el presidente ruso, Vladimir Putin, publicó un artículo en la prensa china para describir no solo cómo ve el estado de la alianza bilateral, sino principalmente para ubicarla dentro de un mundo más polarizado y belicoso, marcado por más de un año de guerra en Ucrania. Describió un mundo en el que Estados Unidos -al que calificó como una "dictadura"- intenta "contener" a Rusia y China, declarando al primero como "una amenaza inmediata" y al segundo como "un competidor estratégico".
"El curso que aplica Estados Unidos para la doble contención de Rusia y China, así como a todos que no ceden a la dictadura estadounidense, se está volviendo cada vez más agudo y asertivo. Se está desmantelando la arquitectura de la seguridad y la cooperación internacionales. Rusia es declarada una 'amenaza inmediata' y China, un 'competidor estratégico'", denunció Putin en un artículo publicado este domingo en el medio chino Diario del pueblo, apenas horas antes de la llegada de Xi a Moscú, según reprodujo la agencia de noticias rusa Sputnik.
Un frente unido contra EEUU
En el artículo titulado "Rusia y China: una asociación orientada hacia el futuro", Putin celebró la iniciativa de China de presentar el mes pasado una propuesta de hoja de ruta para comenzar a discutir una paz negociada en Ucrania. "Aplaudimos la disposición de China a jugar un papel constructivo en la solución de la crisis", escribió el mandatario, quien, sin embargo, en su momento le aclaró a su aliado que no creía que era el momento correcto para avanzar por esa senda, un eufemismo con el que dejó claro que no recogería la propuesta de Beijing.
El 24 de febrero pasado, el día que se cumplió exactamente un año de la invasión rusa a Ucrania, China presentó 12 propuestas para empezar a discutir una salida política a la guerra: respetar la soberanía de todos los países; abandonar la mentalidad de la Guerra Fría; cesar las hostilidades; reanudar las conversaciones por la paz; resolver la crisis humanitaria; proteger a los civiles y prisioneros de guerra; mantener la seguridad de las centrales nucleares; reducir los riesgos estratégicos; facilitar las exportaciones de cereales; poner fin a las sanciones unilaterales; mantener estables las cadenas industriales y de suministro; y promover la reconstrucción post-conflicto.
MÁS INFO
Aunque el planteo contiene muchos de los reclamos de Rusia, toca un punto sensible para Moscú cuando propone "respetar la soberanía de todos los países". China, como el resto de la comunidad internacional -más allá de alguna excepción-, no reconoció la anexión rusa de ninguna de las cinco regiones ucranianas, ni la de la península de Crimea en 2014, ni las cuatro del este y sur del país, que fue ocupando durante el año pasado.
En cambio, Putin prefirió hacer énfasis en lo que sí coinciden con Xi: las críticas a la política de Estados Unidos y la OTAN, a la que consideran agresiva. "Estamos comprometidos con el principio de una seguridad indivisible, que el bloque de la OTAN viola de manera flagrante. Estamos profundamente preocupados por las acciones irresponsables y simplemente peligrosas que puedan socavar la seguridad nuclear global", escribió el mandatario ruso, en una referencia que podría referirse tanto a la guerra en Ucrania y los constantes combates y ataques alrededor de la mayor central nuclear de Europa, como al reciente anuncio de Washington de que venderá submarinos de propulsión nuclear a Australia, la primera transferencia de esta sensible tecnología a una potencia no nuclear en seis décadas.
China-Rusia, la relación bilateral
Putin sostuvo que su Gobierno tiene "grandes expectativas para las próximas negociaciones". "No tenemos ninguna duda de que darán un nuevo y poderoso impulso a toda la gama de la cooperación bilateral", sin adelantar, si en la visita oficial que comienza este lunes se firmaran nuevos acuerdos. Pero sí destacó cómo creció la alianza entre los dos países en 2022, con el trasfondo de la polarización global que profundizó la guerra, especialmente a través de la lluvia de sanciones financieras y comerciales de las potencias occidentales contra su economía.
"Al cierre de 2022, el ya sólido comercio bilateral se duplicó y alcanzó los 185.000 millones de dólares. Este es un nuevo récord", escribió y agregó que está convencido que este año esa cifra podría superar los 200.000 millones. "Es importante que crezca la proporción de los pagos en las monedas nacionales en el comercio bilateral y que nuestras relaciones se vuelvan aún más soberanas", sostuvo.
MÁS INFO
En marzo, la Administración General de Aduanas china emitió su propio balance. Informó que en 2022 el comercio ruso-chino se incrementó un 29,3 por ciento y alcanzó la cifra récord de 190.271 millones de dólares. Además, detalló que en los dos primeros meses de 2023, el intercambio ya se había disparado un 25,9 por ciento con respecto al mismo período del año pasado.
Tras destacar la fortaleza del vínculo bilateral, Putin volvió al escenario de creciente polarización y confrontación global con Estados Unidos: "Hoy en día, son los lazos ruso-chinos que constituyen de hecho la piedra angular tanto de la estabilidad regional, como de la global, estimulan el crecimiento económico, sirven de garante de una agenda positiva en los asuntos internacionales."