Los presidentes de Estados Unidos y China, Joe Biden y Xi Jinping, se encontraron al cabo de un año en San Francisco para limar las asperezas que los enfrentan en el marco tanto económico como político en la disputa por la hegemonía mundial. Tras la reunión, ambos destacaron el diálogo "franco" y marcaron sus posturas en favor de dejar de lado el conflicto para "trabajar juntos" en temas como narcotráfico y reabrir el diálogo en el área militar.
"Hay cambios globales críticos que demandan que unamos nuestros liderazgos. Y, hoy, logramos un gran progreso", escribió el mandatario estadounidense en la cuenta oficial de Twitter. Según el reporte de la agencia de noticias EFE, Biden fue el primero en intervenir una vez comenzado el encuentro, el primero en seis años de Xi: "No siempre hemos estado de acuerdo, lo que no es una sorpresa para nadie, pero nuestras reuniones siempre han sido francas, directas y útiles", dijo Biden y consideró que es de "suma importancia" que haya contacto directo entre las dos potencias.
"El planeta Tierra es lo suficientemente grande como para que los dos países tengan éxito. El éxito de uno supone una oportunidad para el otro", sostuvo Xi, a su turno.
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Horas después del encuentro, Biden anunció que ambos países "reasumen las comunicaciones" entre sus fuerzas armadas. "Tener comunicaciones transparentes y abiertas entre nuestros aparatos de Defensa es vital para evitar errores de cálculo de cualquiera de las dos partes y prevenir conflictos. El mundo espera esto de países responsables", tuiteó el mandatario estadounidense.
También anunció que ambos países volverán a "cooperar en materia de lucha contra el narcotráfico". "En particular, buscamos reducir el flujo de los químicos precursores y las pastillas que alimentan la crisis del fentanilo", agregó el dirigente.
El segundo encuentro entre los dos presidentes
La reunión tuvo lugar un día antes de que empiece la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en San Francisco, es el primero en un año entre los dos líderes después del que mantuvieron durante unas tres horas en noviembre de 2022 en Bali (Indonesia) en paralelo al G20. Desde entonces, no hubo ningún tipo de contacto formal, más allá de los enfrentamientos diplomáticos que se hicieron visibles como la visita de la entonces presidenta demócrata de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi a Taiwán, isla que China reivindica como parte de su territorio; y las respuestas por parte del Gobierno de Xi con ejercicios militares a gran escala en derredor.
Ante esa situación, Biden aprovechó para enfatizar que es crucial que él y Xi puedan comunicarse "de líder a líder" sin "malas comunicaciones o malentendidos". En esa línea, señaló que "debemos asegurarnos de que la competencia no se desvíe hacia el conflicto", por lo que consideró necesario "gestionar la competencia de manera responsable".
"Eso es lo que Estados Unidos desea y lo que tenemos la intención de hacer. También es lo que el mundo espera de nosotros, un intercambio franco", afirmó Biden.
En respuesta, Xi expresó su deseo de tener un "intercambio profundo de ideas" con Biden y consideró que hay espacio suficiente en el mundo para las dos potencias. También hizo referencia a la competencia entre ambos países: "No es útil para superar los desafíos actuales que enfrenta el mundo", dijo, y recalcó que los dos países deben "trabajar juntos".
"Para dos grandes países como China y Estados Unidos, darse la espalda mutuamente no es una opción. No es realista que una parte cambie a la otra, y el conflicto y la confrontación tienen consecuencias insoportables para ambas", subrayó.
La reunión tiene como escenario una mansión conocida como "Filoli", que sirvió de imagen a la popular serie televisiva “Dinasty” (Dinastía) y está ubicada en la localidad de Woodside, a unos 40 kilómetros del centro de San Francisco.