Tras una breve internación de urgencia, el ex vicepresidente y dirigente correista Jorge Glas fue trasladado este martes de vuelta a una cárcel de máxima seguridad, al mismo tiempo que desde Europa, el ex presidente Rafael Correa pidió a la Unión Europea que presione al Gobierno de Ecuador de Daniel Noboa, a cuatro días de que este último diera la orden de allanar la embajada mexicana en Quito y detener a Glas, pese a su asilo.
A esta presión internacional se sumó también una nueva declaración pública del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien no solo publicó las primeras imágenes en las que se ve el allanamiento ilegal y la violencia ejercida contra Glas y el personal diplomático ecuatoriano, sino que además denunció una presunta complicidad internacional del Gobierno de Noboa y adelantó que presentarán una denuncia ante la Corte de Justicia Internacional en La Haya.
El ex vicepresidente fue trasladado nuevamente a La Roca, una prisión de máxima seguridad ubicada en Guayaquil -uno de los epicentros, también, de la crisis de seguridad que atraviesa hace poco más de dos años el país-. Desde el Hospital Naval, en donde fue atendido, lo escoltaron unos 15 vehículos de seguridad policial, dos tanques de guerra, un cuerpo de motorizados y miembros de la Agencia de Tránsito y Movilidad, según informó el portal El Universo.
Según un comunicado del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) divulgado este 9 de abril, Glas presentó “parámetros de salud aceptables y dentro del rango de normalidad, por lo que puede recibir el alta médica correspondiente”; esto se constató luego de los exámenes médicos realizados en las últimas horas. Luego de que la defensa del expresidente manifestara su preocupación por las condiciones de salud del detenido, el SNAI sostuvo que "velará por la protección de la integridad física" de Glas.
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Correa: "Esto no va a parar con una simple llamada de atención"
En una conferencia de prensa, el expresidente del Ecuador pidió a Europa y a la comunidad internacional una "respuesta fuerte" por la irrrupción por parte de la policía y militares ecuatorianos a la embajada mexicana del viernes por la noche. "Le hago el pedido a Europa y al mundo para que (hagan) las presiones políticas, judiciales, que sean necesarias, porque esto no va a parar con una simple llamada de atención, para que el Gobierno de Noboa dé el salvoconducto para Jorge Glas", dijo.
A los ojos de Correa, su exvicepresidente sufrió un secuestro y su vida "está en peligro" y sus derechos humanos fueron "vulnerados". Además, dijo que esta situación "va más allá de izquierda o derecha. Esto atenta a los principios civilizatorios, principios como la inviolabilidad de la sede diplomática, principios como lo sagrado del asilo político". Además, sostuvo que esta acción tiene detrás "motivos electorales" de cara al plebiscito que se debería realizar el 21 de abril, de 11 preguntas en materia económica y securitaria -en donde se propone, entre otros puntos, la injerencia de las Fuerzas Armadas en los asuntos internos-.
Correa, junto con el eurodiputado de Izquierda Unida Manu Pineda, exigirá que la UE active el mecanismo de solución de controversias que prevé una cláusula del Acuerdo de Asociación de los Veintisiete con el país latinoamericano, que implicaría el envío de una misión a Ecuador para constatar la situación en la que se encuentra Glas, informó el sitio Primicias.
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López Obrador: "Vil asalto a la embajada"
Las imágenes que difundió esta mañana el presidente mexicano vuelven aún más preocupante la situación que implicó la invasión por parte de policías y militares el viernes por la noche. Hasta ahora, se sabía que llegaron en unos cinco vehículos, con efectivos que -sin el permiso correspondiente según las normativas internacionales- treparon las paredes de la sede diplomática, en Quito, para llevarse al ex vicepresidente Glas. Dentro, además, se encontraba el personal diplomático que vive en el lugar y es responsable.
En los videos de las cámaras de seguridad dados a conocer por López Obrador, se ve cómo unos siete efectivos ingresan a la fuerza. Quien se acerca a la puerta es Roberto Canseco -la primera voz diplomática que se escuchó el sábado tras los hechos-, que ni bien la abre lo empujan y apuntan con un arma de fuego para que se correa, así lo hostigan por el pasillo. Luego, se ve cómo cargan a Glas, mientras que Canseco intenta forcejear con los efectivos que iban fuertemente armados y llevaban los rostros cubiertos con pasamontañas.
En su lectura sobre la situación, López Obrador aseveró que el gobierno de Daniel Noboa sintió "el respaldo de otros gobiernos" para ingresar el viernes pasado a la embajada de México en Quito. "Eso no lo hace un gobierno si no siente que tiene respaldo de otros gobiernos o de potencias, por eso vamos a llevar este asunto a la Corte de Justicia Internacional. A México se le respeta", declaró el mandatario en su conferencia matutina.
"Creen que nos estamos chupando el dedo o que es como antes, que los gobiernos (de México) se arrodillaban ante las hegemonías o ante los gobiernos extranjeros, ahora no". Por su parte, el presidente Noboa publicó este lunes una carta en la que afirmó estar "dispuesto a resolver cualquier diferencia" con México, pero reiteró que "la justicia no se negocia", reportó Primicias.