El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó la disolución de la Asamblea Nacional y convocó a elecciones anticipadas. Ocurre un día después de que el Parlamento le iniciara un proceso de juicio político por presunta corrupción. Así, Lasso firmó lo que se conoce como "muerte cruzada", contemplado en la Constitución de ese país.
En una semana el Consejo Nacional Electoral convocará a elecciones nacionales que se celebrarán entre tres y seis meses. De darse los plazos, a mediados de noviembre deberia asumir un nuevo Gobierno y Asamblea.
Lasso justificó en un mensaje a la nación que la Asamblea Nacional busca desestabilizar al Gobierno, la democracia y al Estado y que gobernará seis meses por decreto "para dar una respuesta a la crisis política que tiene entrampado al Ecuador". El presidente dijo que el Parlamento unicameral está impulsado por un "sobrehumano rencor", que sus ataques al Gobierno "no tienen límites" y que nunca pudo encontrar pruebas en su contra.
"Muerte cruzada" refiere a una facultad contemplada en el artículo 148 de la Constitución de Ecuador por la que el Presidente está habilitado dentro de los primeros tres años de gobierno a disolver el parlamento y convocar a elecciones para terminar los respectivos mandatos.
Lasso niega las sospechas de que hizo la vista gorda ante la supuesta malversación de fondos relacionados con un contrato en la empresa estatal de transporte de petróleo Flopec.
Quien reaccionó en contra de esta decisión fue el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, quien señaló que la decisión "es ilegal" ya que consideró que "no hay ninguna 'conmoción interna'". En su cuenta de la red social Twitter, ahondó: "Tan solo no pudo comprar suficientes asambleístas para salvarse. En todo caso, es la GRAN oportunidad para librarnos de Lasso, de su Gobierno y de sus asambleístas de alquiler, y recuperar la Patria".
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