Tras el inédito y violento operativo de policías y militares en la embajada de México en Quito, el exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas fue trasladado a Guayaquil. Allí, se encuentra una de las penitenciarías más grandes del país, también, es uno de los focos de violencia e inseguridad por los que se ha declarado el conflicto armado interno en el país contra organizaciones criminales y narcotraficantes. El hecho generó una fuerte consternación y repudio internacional e, incluso, Colombia informó que promoverá acción para que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expida medidas cautelares en favor del exvicepresidente.
Recién cerca de las 8 de la mañana (hora Argentina) la prensa ecuatoriana dio a conocer información sobre dónde podía estar resguardado Glas, luego de que se lo llevaran violentamente -incluso contra normativas del derecho internacional- de la embajada de México, donde se encontraba refugiado desde el 17 de diciembre del año pasado y a pocas horas de que le hubieran concedido el asilo político.
Según el diario La República, Glas pasó la noche en la Unidad de Flagrancia, en el norte de Quito, desde que fue capturado por unidades de élite de la Policía Nacional. A primera hora de este sábado, Glas fue trasladado acompañado de un fuerte dispositivo de seguridad en un vehículo blindado -como se lo ve en la foto-. Para ello, embarcó en el aeropuerto de Quito, para se trasladado a Guayaquil, donde se encuentra la cárcel de máxima seguridad La Roca. En los videos se puede ver que tiene graves dificultades para caminar y moverse.
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La cárcel de destino de Glas fue confirmada en un comunicado por el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la agencia penitenciaria del Estado, que dará cumplimiento a la orden de prisión preventiva que pesaba sobre el exvicepresidente.
El pedido de Colombia y el repudio internacional
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, informó a través de sus redes sociales que su país promoverá acción para que la CIDH expida medidas cautelares en favor de Glas, al que, consideraron, "se le violó de manera bárbara su derecho al asilo". Petro, también pidió que Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se reúnan de urgencia "para examinar la ruptura de la convención de Viena por un Estado miembro".
Brasil, Uruguay, Venezuela y Chile, más allá de sus diferencias políticas, todos alertaron sobre la violación al derecho internacional que significó el ingreso intempestivo de Ecuador a la embajada de México. Incluso, el comunicado de la OEA llegó minutos después de que Petro e pronunciara.
"El Gobierno brasileño condena, en los más firmes términos, la acción emprendida por fuerzas policiales ecuatorianas en la embajada mexicana en Quito", dice el comiunicado emitido desde Itamaraty, al que minutos más tarde se sumó la declaración presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva, que manifestó su solidaridad con su par mexicano Andrés Manuel López Obrador. Desde Brasil consideraron que la acción constituyó "una clara violación" a la Convención Americana sobre Asilo Político Diplomático y a la Convención de Viena Sobre Relaciones Diplomática.
"La medida llevada a cabo por el Gobierno ecuatoriano constituye un grave precedente", señalaron. "Toda mi solidaridad al amigo presidente, López Obrador", escribió minutos más tarde Lula.
Desde el Gobierno chileno, se expresaron en sintonía con Brasil: repudiaron el hecho e hicieron énfasis en el derecho internacional que asiste tanto a la inviolabilidad de las embajadas, como al derecho al asilo. "Chile desea transmitir su sentimiento de solidaridad a todo el personal diplomático de la Embajada de México en Ecuador", dijeron en le comunicado.
Desde la Secretaría General de la OEA, Luis Almagro, hizo "un llamado al diálogo" y consideró necesaria una reunión del Consejo Permanente de la OEA para abordar el tema y en base a los principios consagrados en el derecho internacional, como el respeto a la soberanía, la solución pacífica de las controversias, la coexistencia pacífica de los Estados, la renuncia a recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza para dirimir los conflictos y el fiel y estricto cumplimiento de los tratados internacionales, entre ellos los que garantizan el Derecho de Asilo".
Desde Uruguay, la Cancillería lamentó "profundamente los hechos acaecidos en las últimas horas en Ecuador que han afectado las relaciones entre dos naciones hermanas, así como el respeto a normas fundamentales del derecho internacional y para la convivencia pacífica entre naciones latinoamericanas". Para el caso citaron a la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático y, aunque también consideraron que "no correspondería" conceder asilo diplomático en caso de "delitos comunes", condenaron las acciones ecuatorianas.
Venezuela, por su parte, sostuvo que "todo esto constituye una acción que ni en las más atroces dictaduras de la región, como la de Augusto Pinochet en Chile o Jorge Rafael Videla en Argentina, se haya registrado un acontecimiento como el de hoy (por ayer), creando un preocupante precedente para Ecuador y el mundo". Allí, alertaron "a los gobiernos del mundo sobre el posible surgimiento de una época de terror para el Ecuador, en donde el neofascismo como ideología extrema y totalitaria se estaría manifestando", sostiene el comunicado.