En Ecuador el clima de violencia no deja de crecer. A tan sólo una semana para las elecciones presidenciales, con un Estado de excepción vigente en todo el país y en las cárceles, hallaron asesinados a siete acusados por el crimen del candidato al Palacio de Carondelet por el Movimiento Construye, Fernando Villavicencio. El hecho fue cometido cuando ya estaba terminando el proceso de instrucción de la investigación. Seis fueron encontrados en la Penitenciaría del Litoral -escenario de masacres multitudinarias en los últimos meses-, ubicada en Guayaquil, epicentro de la violencia en el país en el último año; y otro, este sábado, en Quito. Como respuesta, las autoridades decidieron la remoción de altos cargos de seguridad en el país y llevó al presidente Guillermo Lasso a retornar al país de su viaje "por cuestiones personales" a Estados Unidos.
"Debido a la crisis del sistema penitenciario he suspendido las actividades diplomáticas y comerciales planificadas en Corea. Al momento el Gabinete de Seguridad se encuentra activo. Les mantendremos informados", señaló al mediodía el mandatario, que luego de su paso por el país del norte, tenía planificado ir hacia Corea del Sur, entre el 7 y el 13 de octubre.
Lasso, que lleva adelante una política de represión y mano dura como respuesta a la violencia desbordada, había viajado a Estados Unidos por un tema personal y tenía previsto ir de Nueva York a Seúl en visita oficial para impulsar la negociación de un acuerdo comercial.
En la reunión del Gabinete de Seguridad ecuatoriano, encabezada por el mandatario, se anunció la "reorganización" de la cúpula policial y que se separará del cargo al director de investigaciones de la Policía, el general Alain Luna; y se removerá al director de la autoridad carcelaria, Luis Ordóñez, según un comunicado de Presidencia. Además, se decidió el traslado de seis personas privadas de libertad vinculadas con la investigación del crimen de Villavicencio.
En tanto, el Ministerio Público ecuatoriano informó que dispuso "el levantamiento del cadáver de un privado de libertad en la cárcel de El Inca", un centro penitenciario de Quito.
La autoridad carcelaria informó en un comunicado que el detenido, José M., al igual que las seis víctimas registradas ayer en una prisión de la ciudad portuaria de Guayaquil, escenario frecuente de sangrientos choques entre bandas narco, estaba "vinculado" con el homicidio de Villavicencio. El órgano estatal a cargo de las prisiones (SNAI) aseguró que los reclusos en la cárcel Guayas 1 "son de nacionalidad colombiana y estaban imputados por el asesinato" del candidato, ocurrido el 9 de agosto en Quito: "El Gobierno nacional condena este hecho y ratifica su voluntad política para colaborar con las investigaciones pertinentes a fin de identificar a los responsables intelectuales del crimen del excandidato", añadió el SNAI.
Asesinato de Villavicencio y elecciones adelantadas en medio de la violencia
Villavicencio, que había sido miembro de la Asamblea Nacional (Parlamento) y experiodista, fue asesinado a tiros cuando salía de encabezar un acto en el norte de la capital, a pocas semanas de las elecciones generales anticipadas del 20 de agosto. Por el crimen estaban arrestadas 13 personas, mientras que otro joven colombiano acusado de disparar al político fue abatido por guardaespaldas.
Los hechos ocurrieron en medio de un estado de excepción en las cárceles de Ecuador y a pocas horas de que el ministro del Interior, José Zapata, informara que ya está listo el informe sobre el crimen de Villavicencio, ocurrido el 9 de agosto en Quito.
Los asesinatos tienen lugar a poco más de una semana del balotaje presidencial entre la candidata correísta Luisa González (Revolución Ciudadana), y el candidato de la derecha Daniel Noboa (Alianza Democrática Nacional), previsto para el domingo 15.
La Guayas 1 es una de las cinco cárceles de un gran complejo penitenciario ubicado en Guayaquil (suroeste del país) que se transformó en centro de operaciones de las bandas narcotraficantes desde donde se disputan el negocio de la droga. Los choques entre reclusos dejaron más de 430 fallecidos desde 2021.
Medios locales informaron que el pabellón 7, donde ocurrió la última matanza, está controlado por Los Águilas, una de las varias bandas ecuatorianas aliadas con carteles de México, como los de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, y de Colombia.
Ecuador termina una campaña presidencial sacudida por la violencia política y la guerra del narco: además de Villavicencio, otros siete políticos fueron asesinados en el último año, entre ellos un alcalde, dos concejales municipales, un aspirante a diputado y un dirigente local. El presidenciable Noboa instó al gobierno a investigar la muerte de los detenidos: "¿Cómo pudimos permitir el empoderamiento de la violencia que tiene sumido al país entero en el terror y la incertidumbre?", preguntó en un comunicado.
Su rival, la correísta González, aseguró que existe una "estrategia de terror que intentan imponer a la ciudadanía". Ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, Ecuador había logrado esquivar la violencia de las mafias. Pero desde hace unos años, los carteles imponen el terror con un aumento de la violencia dentro de las cárceles y matanzas que dejan decenas de cuerpos desmembrados e incinerados.
En las calles, los homicidios se han cuadriplicado entre 2018 y 2022, trepando al récord de 26 por cada 100.000 habitantes. Esa tasa en el país dolarizado y con 16,9 millones de habitantes, de acuerdo con el censo de 2022, será de hasta 40 este año, según expertos.
Con información de Télam.