El 9 de enero de 2000, Ecuador dejó atrás 116 años de historia monetaria soberana. Ese día se convirtió en el primer país sudamericano y en la economía mundial más grande en cambiar su moneda local -el sucre- por el dólar, la moneda estadounidense, que estaba en auge en ese momento. La decisión la tomó el entonces presidente Jamil Mahuad que quería evitar el cierre de bancos, al cabo de unos cuantos años de crisis económica generada por múltiples causas: la baja del precio del petróleo (a siete dólares por barril en ese año), medidas que desregularon la economía interna, el conflicto bélico con Perú (1995) y los impactos del cambio climático que golpearon fuertemente el país. En una entrevista con El Destape, Wilma Salgado, quien fue ministra de Economía por un breve período en 2008 durante la presidencia de Rafael Correa, utilizó las palabras "corralito", "fuga de capitales", "inflación en dólares", "deuda", "recesión" y "destrucción de instituciones" para describir el proceso en el que estuvo involucrado un argentino: Domingo Cavallo.
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"Aquí hay gobernantes que no hacen nada sin la venia de la Embajada americana. Estados Unidos había propuesto la dolarización de sus socios comerciales latinoamericanos mucho antes del evento en el Ecuador como mecanismo para evitar que las devaluaciones de las monedas nacionales contrarresten los efectos de la reducción de aranceles que promovió cuando todavía creía que el libre comercio le favorecía", contó al reflexionar sobre el rol que tuvo Washington y si apoyó activamente el proceso. Antes de la dolarización se llevó a cabo lo que se denominó como "feriado bancario" una medida que implicó, entre otros puntos, la retención de los ahorros -corralito- que se anunció por un día y se extendió por un año. La dolarización se realizó con una cotización de 25.000 sucres por dólar y, 11 días después, Mahuad fue derrocado, en medio de masivas protestas encabezadas por el movimiento indígena.
Para la economista, la dolarización sigue siendo muy popular entre los ecuatorianos porque le asignan la responsabilidad por el crecimiento económico que se vivió después del primer año de inflación en dólares. Sin embargo, para Salgado esta mejora -que se sintió en los bolsillos de las personas comunes y las arcas del Estado- se debió más al aumento de los precios internacionales de los productos primarios, principalmente el petróleo.
Mientras que en Argentina se debate la posibilidad de abandonar la moneda propia para postar a la dolarización -a propósito de la propuesta hecha por el candidato ultraderechista Javier Milei en las elecciones 2023 -, el Ecuador vive una de las peores crisis de seguridad de su historia reciente con altísimos grados de violencia que se pueden ver en números: la tasa de homicidios pasó 13,7 al 25% en un año, con unas 15 masacres carcelarias de 2021 en adelante y con el asesinato de un candidato presidencial más atentados y explosiones de coches bomba en distintas ciudades del país.
- ¿En qué contexto se realizó la dolarización?
- Se dio en el marco de una de las crisis más profundas de toda la posguerra, por la combinación de los impactos del fenómeno de El Niño (N de R: durante 1998, con graves inundaciones que causaron pérdidas de más de 4 mil millones de dólares por la destrucción de rutas, caminos y puentes, además de los daños causados en los cultivos y en el sector pesquero) más la crisis financiera internacional, que significó la caída de los precios de los productos que exportamos, sobre todo, del petróleo. Luego, también tuvimos dificultades de acceso a los mercados financieros internacionales. En esas condiciones, el entonces presidente Jorge Mahuad, había prometido que no iba a permitir la quiebra de ningún banco y, para hacerlo, entregó créditos masivos de sucres de emisión, del Banco Central. Los banqueros que tomaban estos recursos los transformaban a dólares y los fugaban del territorio nacional, hasta que llegó un punto en que el Banco Central para retirar esa liquidez vendía papeles en el mercado, pero pagaba tasas de interés cada vez más altas. Llegó al punto en que inyectaba más de lo que retiraba y la inflación llegó a ser de cerca del 100 por ciento. Había perdido control de la masa monetaria y en ese momento no se responsabilizó a la política del Gobierno o a la práctica de los banqueros que llevaron adelante la fuga de capitales, sino que se responsabilizó al trozo de papel, al sucre. En ese momento, dijeron: "Esta moneda se devalúa, hay que cambiarse a una moneda dura" y escogieron que fuera el dólar. Obviamente, esta política benefició a los banqueros, pero perjudicó profundamente al conjunto de la población porque además de esta devaluación del sucre, también en un momento determinado hicieron el corralito, congelaron los depósitos de los clientes. Ahí sí hubo una profunda recesión, porque las empresas se quedaron sin capital de trabajo y las familias sin sus ahorros.
- ¿Qué pasó después de la dolarización?
- El primer año tuvimos una inflación en dólares superior al 90 por ciento, lo que quiere decir que no se había trasladado toda la inflación de los precios en sucres al dólar. Durante el primer año tuvimos esa inflación, pero inmediatamente aumentó el volumen de exportaciones del petróleo, aumentaron los precios de los productos primarios. Recordemos que hubo un boom de las materias primas en general para todos los países en desarrollo. En consecuencia, tuvimos una época de bonanza, a nivel internacional bajaron las tasas de interés y ese diferencial hizo que ingresen capitales, la población entonces lo asimiló, creyó que fue la dolarización la que permitió ese momento de bonanza. Cuando en realidad, fue el crecimiento de los precios de los productos primarios. En todo caso, la dolarización es absolutamente popular, a nadie se le puede ocurrir que van a cambiar la moneda nacional porque se cree que fue la dolarización la que permitió este auge de la economía. Desde luego, llegamos a un punto, por ejemplo, en 201, en que cayeron los precios del petróleo. El Gobierno reemplazó esos ingresos con deuda y continuó la fiesta, de alguna manera. Creció el gasto, la inversión pública, obviamente eso dinamizó mucho la economía y mejoraron las condiciones de vida de la población.
- ¿Cuál fue el momento de quiebre después de ese momento de alza?
- Terminó más o menos en 2019. Siempre el momento de pagar las deudas llega. El nuevo gobierno se acercó al Fondo Monetario Internacional (FMI), y, bueno, en Argentina ya saben lo que pasa....Se tratan de resolver los problemas vía el ajuste fiscal para generar los excedentes financieros con el único objetivo de continuar garantizando el pago del servicio de la deuda pública. Ese ajuste fiscal significa reducir el gasto en educación, una caída de la inversión pública en salud, obviamente esto deterioró la situación de la economía. Antes de la pandemia el Ecuador tuvo un crecimiento muy lento y, en el 2019, prácticamente se dio una recesión. En 2020, el Gobierno, en lugar de impulsar políticas como lo hicieron en la mayor parte de los países del mundo, aprovechó la pandemia para introducir medidas impopulares previstas en los acuerdos con el FMI, como fue la eliminación de los subsidios a los combustibles, una austeridad fiscal que profundizó la crisis. Luego, vino el Gobierno actual de Guillermo Lasso, que fue más allá del ajuste, hizo más allá de lo que le exigió el FMI, inclusive, y se vanaglorió de que había logrado reducir el déficit en tiempo récord y de que había logrado acumular la reserva monetaria internacional más alta de la historia, pero eso ha significado una destrucción de las instituciones, un abandono de la educación, de la salud y sobre todo de la seguridad.