Con la firma del ex presidente Alberto Fernández a la cabeza, el Grupo de Puebla repudió la detención en Ecuador del ex vicepresidente de ese país, Jorge Glas, quien se encontraba bajo la figura de "asilado político" en la embajada de México. El documento se difundió a un mes exacto del ataque a la sede diplomática, el 5 de abril pasado.
"La noche del 5 de abril de 2024 el presidente de la República del Ecuador, Daniel Noboa, ordenó la incursión violenta de fuerzas militares y policiales en contra de la Embajada de México en Quito. Esta invasión de territorio mexicano tuvo como objetivo el secuestro de Jorge Glas, ex vicepresidente ecuatoriano perseguido judicial y políticamente desde hace 7 años (tiempo que pasó mayoritariamente preso), y que se encontraba en calidad de asilado político en esa sede diplomática", comenzó el comunicado, que lleva la firma de otros ex jefes de Estado, como el boliviano Evo Morales, el colombiano Ernesto Samper, el ecuatoriano Rafael Correa y el español José Luis Rodríguez Zapatero.
Los dirigentes políticos de distintos países del mundo siguieron: "No existe antecedente en nuestra región de un ataque de esta naturaleza a una embajada para secuestrar a un asilado. Ni las dictaduras militares se atrevieron a perpetrar una agresión de este tipo que, en este caso, fue instruida desde la más alta autoridad del Estado. El asalto a la embajada provocó una contundente respuesta de México que demandó al Estado ecuatoriano ante la Corte Internacional de Justicia por violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961".
Luego, denunciaron que Glas fue "secuestrado con violencia" y, una vez detenido, fue "víctima de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes". "En estos momentos, sufre constantes amenazas de muerte y su entorno de familiares, abogado/as y compañero/as es permanentemente hostigado y amedrentado. Esta situación lo obligó a llevar adelante la extrema medida de la huelga de hambre".
Además, marcaron que la justicia ecuatoriana "reconoció que la detención de Jorge Glas fue ilegal"; sin embargo, no decretó "su libertad inmediata" y lo mantiene "en la cárcel de máxima seguridad llamada 'La Roca'".
"Manifestamos nuestra mayor preocupación por la salud e integridad física de Jorge Glas y sus allegados. Su seguridad es de entera responsabilidad del gobierno de Daniel Noboa, autor de su secuestro. Lamentamos que el Sistema Interamericano, pese a la gravedad de estos hechos y a que Jorge Glas recibió medidas cautelares de la CIDH en diciembre de 2019, guarde silencio y no exija el respeto al sagrado derecho al asilo. Exigimos el inmediato retorno a la situación previa al asalto en contra de la embajada de México, reponiéndose el estatus de asilado político a Jorge Glas. Exigimos que se haga prevalecer la protección que, en el marco del derecho internacional, corresponde a Jorge Glas, y que se le otorgue el salvoconducto correspondiente para que pueda trasladarse sano y salvo a territorio mexicano", concluyeron los líderes.