La comisión parlamentaria de Estados Unidos que investiga el asalto al Capitolio, ocurrido en enero de 2021, concluyó que el FBI y otros organismos de seguridad estuvieron en condiciones de evitar o rechazar el hecho, afirmó hoy uno de los responsables de la indagación.
El exfiscal federal Tim Heaphy, principal asesor de la comisión investigadora de la Cámara de Representantes, sostuvo que los organismos de seguridad cometieron errores en la aplicación de la legislación y que debieron haber actuado a partir de la información de inteligencia previa.
Heaphy responsabilizó al entonces presidente Donald Trump por el asalto con que sus simpatizantes buscaron impedir que los representantes y los senadores proclamaran el 6 de enero de 2021 el resultado de las elecciones que consagraron al actual mandatario, Joe Biden, y evitaron la reelección de aquel.
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“Fue la causa inmediata: si no hubiera sido por sus palabras y sus hechos, no habría sucedido” el asalto, sostuvo el exfiscal en una entrevista con la televisora NBC, según la agencia de noticias Europa Press.
Agregó, sin embargo, que “lo que sucedió en el Capitolio también se vio afectado por errores de las fuerzas del orden público para poner en funcionamiento la amplia inteligencia que estaba presente antes del 6 de enero sobre amenazas de violencia”.
El asesor de los legisladores explicó que el Capitolio estaba mal defendido el 6 de enero, no por un error de inteligencia, sino porque no se actuó sobre la información que mostraba que los simpatizantes de Trump tenían intención de ir a Washington y usar la violencia para evitar la certificación de la victoria electoral de Biden.
“Hubo mucha inteligencia avanzada sobre la aplicación de la ley, sobre portar armas, sobre la vulnerabilidad del Capitolio; la información de antemano fue bastante específica y, en nuestra opinión, fue suficiente para que las fuerzas del orden hicieran un mejor trabajo”, remarcó Heaphy.
El exfiscal dijo también que la investigación concluyó que la Policía del Capitolio no desplegó ese día suficientes agentes debido a que los organismos federales de seguridad no propagaron “la alarma sobre la amenaza” y fueron “demasiado cautelosos”.
Además, señaló, hubo confusión sobre qué agencia federal estaba a cargo, lo que obstaculizó la respuesta.
Por ese motivo, la comisión investigadora aduce que los organismos federales de seguridad cometieron “un error crucial” al no publicar un boletín de inteligencia sobre las amenazas, y subrayó que la respuesta habría sido muy diferente “si los manifestantes hubieran sido negros”.
El FBI replicó que hizo todo lo que pudo en el incidente y aseguró que aprendió lecciones de esa jornada, “intensificando los preparativos de seguridad”, según declaraciones de un funcionario a NBC.
“Desde el 6 de enero de 2021, el FBI revisó continuamente nuestros procesos, procedimientos y políticas para evaluar las lecciones aprendidas y realizar mejoras en la comunicación y en la recopilación, el análisis y el intercambio de información”, añadió la fuente.
Con información de Télam
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