Reino Unido inauguró esta semana la primera prisión "inteligente" del país, diseñada íntegramente con tecnología de punta, sin rejas en las ventanas, donde las celdas son llamadas "habitaciones" y los detenidos "residentes", con el objetivo de lograr su rehabilitación y bajar así la delincuencia.
"La cárcel es un ejemplo emblemático del plan de este Gobierno para crear prisiones seguras y modernas que reduzcan la delincuencia y protejan a los ciudadanos", afirmó este jueves el ministro de Justicia y vice primer ministro, Dominic Raab.
En una visita a la cárcel, el ministro dijo que los reclusos de la prisión debían recibir "una idea de cómo es la vida en el exterior" y apuntó: "No vamos a encerrar a todos de por vida".
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En la nueva prisión, conocida como "HMP Five Wells" y ubicada en el condado de Northamptonshire, centro de Inglaterra, se estableció la premisa de que los reclusos deben pasar su tiempo entre rejas aprendiendo nuevas habilidades y formándose en sectores vitales para que puedan encontrar trabajo inmediatamente cuando vuelvan a la comunidad y cubrir la escasez de mano de obra local.
Los prisioneros recibirán capacitación en los 24 talleres y siete aulas con lecciones de electricidad, plomería, mecánica, ingeniería, programación, restauración y carpintería.
Además de los oficios más tradicionales, hay cursos de arteterapia y textil, una fábrica de chocolates y una emisora de radio para la prisión a cargo de los internos.
El edificio tiene capacidad para 1.700 reclusos y también contará con un gimnasio, una mesa de billar, una mesa de ping-pong y tablets para ayudarlos a obtener nuevas calificaciones.
"Estoy interesado en el castigo, porque eso es lo que espera la gente, pero no estoy realmente interesado en estigmatizar de una manera que sea contraproducente que afecte el objetivo de reducir la reincidencia", aseguró Raab tras las críticas de la prensa británica, que calificó a la nueva prisión como "cárceles blandas".
Según el ministro, son delincuentes que en algún momento van a ser liberados, y el objetivo es que no estén drogados, puedan trabajar, tengan lazos familiares que generen un camino establecido en la comunidad.
"Las prisiones deben ser seguras, deben castigar, pero también deben tratar de dar, porque la mayoría de los delincuentes serán liberados", afirmó Raab.
"Esa es la forma sólida y clara en que protegemos a la población", reiteró.
Explicó que la prisión tiene un ala de recuperación de drogas, con alta tecnología en las celdas que puede mejorar su formación en las matemáticas y la alfabetización.
"Si vienes a un lugar como éste, con el gimnasio, los talleres y la posibilidad de adquirir conocimientos, tienes un atisbo de futuro de cómo podría ser tu vida", subrayó.
Raab consideró que depende del delincuente aprovechar esa segunda oportunidad y, si no lo hace, pierde esos derechos.
Los reclusos se alojarán en bloques en forma de X, con pasillos más anchos y cortos y menos reclusos en cada ala para que el personal de primera línea pueda ver todas las celdas.
Con información de Télam