Bombas de racimo enviadas por otros países ya están en Ucrania, según EEUU

13 de julio, 2023 | 19.40

Las bombas de racimo que prometieron Estados Unidos y otros países a Ucrania ya fueron recibidas por el Gobierno de Kiev, informó hoy el Pentágono.

"Hay municiones en racimo en Ucrania en este momento", dijo el director del Estado Mayor Conjunto para Operaciones, teniente general Douglas Sims, en conferencia de prensa.

Además, aseguró que Kiev recibió esas municiones de parte de terceros países antes de que Estados Unidos entregara su parte, según la agencia de noticias Sputnik.

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Sin embargo, no aclaró si las tropas ucranianas ya las habían utilizado.

La semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que Washington proporcionaría bombas de racimo a Ucrania de forma temporal mientras la base industrial estadounidense produce más proyectiles de artillería de 155 milímetros.

El presidente demócrata explicó que había consultado su decisión con los aliados y socios de Washington y que éstos habían entendido el motivo.

La bomba de racimo, conocida también como "cluster", de dispersión o fragmentación, es un arma que puede ser lanzada en caída libre por aviones, artillería y misiles.

Contiene un dispositivo que se abre en el aire y libera cientos de pequeñas minibombas que se dispersan en un radio de hasta 400 metros, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Estados Unidos considera que estas armas son una forma de proporcionar a Kiev la munición que necesita urgentemente para reforzar su ofensiva y atravesar las líneas del frente ruso.

Los dirigentes estadounidenses debatieron durante meses esta cuestión, antes de que Biden tomara la decisión.

"Joe Biden no debería arrastrarnos más hacia la Tercera Guerra Mundial enviando municiones de racimo a Ucrania: debería intentar poner fin a la guerra y detener la horrible muerte y destrucción que está causando una administración incompetente", dijo el expresidente Donald Trump.

Por su parte, organizaciones de derechos humanos criticaron la decisión de Biden, señalando que al menos 149 civiles murieron o resultaron heridos en todo el mundo por este tipo de armas en 2021, según la organización Cluster Munition Monitor, según el diario británico The Guardian.

Biden describió la decisión de suministrar los proyectiles como "muy difícil", citando su historial de muerte de civiles.

Más de 120 países -pero no Estados Unidos, Rusia ni Ucrania- firmaron una convención internacional que prohíbe la producción de municiones de racimo y desaconseja su uso.

Tanto Moscú como Kiev utilizaron esas municiones durante la guerra, y funcionarios regionales ucranianos acusaron periódicamente a las fuerzas rusas de utilizarlas contra la población civil.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, agradeció ayer a Biden la ayuda militar estadounidense y afirmó que los envíos de las controvertidas municiones de racimo contribuirán a la lucha de Ucrania contra Rusia.

Ambos se reunieron durante la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) celebrada en Lituania, en la que los países occidentales se comprometieron a suministrar armas y municiones para luchar contra la invasión rusa.

En tanto, Rusia advirtió hoy que "el posible uso de bombas de racimo en el conflicto cambia la situación y, por supuesto, obliga a Rusia a tomar ciertas contramedidas".

Las advertencias, formuladas por el canciller Serguei Lavrov y el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, se conocen después de la cumbre en Lituania.

Con información de Télam