El cardenal juzgado por supuesta malversación asegura que el Papa le devolvió las funciones

22 de agosto, 2022 | 06.59

El cardenal italiano Angelo Becciu, juzgado desde mediados de 2021 por supuesta malversación de fondos durante su paso por la Secretaría de Estado, aseguró que el papa Francisco le devolvió las funciones y "derechos relacionados con el cardenalato" a los que había renunciado en 2020 al inicio de la investigación abierta en su contra por peculado y abuso de poder.

"El sábado me telefoneó el Papa para decirme que se me reincorporará a mis funciones cardenalicias y para pedirme que participe en un encuentro con todos los cardenales que se realizará en los próximos días en Roma", dijo Becciu el fin de semana, según publica este lunes el diario La Unión de Cerdeña, de donde es originario el purpurado.

En septiembre de 2020, al inicio de una investigación en la que también están imputadas otras nueve personas por supuestas irregularidades, Becciu renunció al cargo que tenía como responsable de la Congregación para las Causas de los Santos y, además, "a los derechos relacionados con el cardenalato", en una decisión sin precedentes modernos, y que incluso excluye al cardenal de los derechos de participar de un futuro cónclave.

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Ante la consulta de Télam el Vaticano en principio no confirmó ni desmintió el anuncio de Becciu, que lo habilitaría a formar parte de un eventual cónclave en caso de necesidad de elección de un nuevo Papa.

Desde julio de 2021, Becciu, de 74 años, es juzgado por "peculado y abuso de poder", junto a otras nueve personas y cuatro empresas, en la causa que investiga supuestos fraudes con la compra de un edificio en Londres por casi 200 millones de euros, en el primer juicio vaticano de la historia con un purpurado en el banquillo.

En una de las audiencias de este año, Becciu rechazó haber malversado fondos vaticanos a favor de su familia.

"Durante más de un año y medio me ha atormentado una pregunta: ¿por qué estaban denunciando estas falsas acusaciones al Santo Padre? ¿Con qué propósito?" planteó Becciu al criticar las denuncias que, en 2020, derivaron en su renuncia tras una audiencia en la que Francisco le transmitió su preocupación por un supuesto desvío de fondos.

"¿Cómo puede ser que se haya explotado la persona del Santo Padre, creando un escándalo sin precedentes en la Iglesia?", agregó en mayo el cardenal que, tras la acusación de que su hermano Tonino había manipulado más de 100.000 euros destinados a caridad, fue despojado de sus derechos como cardenal y alejado de su cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Becciu reconoció que el Papa solo tenía dudas por la participación de su hermano en el supuesto desvío de fondos y no en otras operaciones financieras que forman parte del juicio, como la compra de un inmueble en Londres, que según la acusación fue adquirido en 2014 con fondos reservados mientras el purpurado se desempeñó como "número 3" de la Santa Sede, entre 2011 y 2018, que según la justicia vaticana causó pérdidas de más de 200 millones de euros al fondo de caridad papal.

En julio pasado el Vaticano reveló que vendió en 214 millones de euros el edificio de Londres "con ingresos totales de 186 millones de libras".

Becciu fue interrogado por primera vez, en un hecho inédito para la justicia vaticana, el pasado 17 de marzo, cuando fue preguntado exclusivamente sobre esta línea de la investigación, que busca esclarecer si fondos del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco vaticano, y de la Conferencia Episcopal italiana acabaron en manos de entidades y personas relacionadas con el cardenal enjuiciado.

Al elevar la investigación a juicio, la fiscalía vaticana consideró que "también surgieron elementos contra el cardenal Giovanni Angelo Becciu, contra quien procedemos, como exige la ley, por los delitos de malversación y abuso de funciones también en concurso, así como soborno".

A fines de marzo, Francisco había liberado a Becciu del secreto pontificio para que explicara su relación con la supuesta espía italiana Cecilia Marogna, una laica que cobró miles de euros de la Santa Sede por supuestas intermediaciones y que también es juzgada por el Vaticano en el proceso iniciado en julio pasado.

Con información de Télam