El primer ministro de Canadá, Justin T0rudeau, declaró hoy que se opone al envío de bombas de racimo a Ucrania después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, recalcara la necesidad de proceder a la entrega de este tipo de armamento por considerar que "esta guerra va de municiones".
"Canadá es uno de los países que han liderado la retirada de este tipo de armamento en todo el mundo", sostuvo Trudeau, en relación con las bombas de racimo.
"Seguiremos trabajando para que no sean utilizadas", agregó el primer ministro, en el marco de la cumbre de la OTAN que se celebra en Vilna, la capital lituana, informó la agencia de noticias Europa Press.
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Canadá es uno de los 123 países firmantes de la Convención sobre Municiones de Racimo, un tratado que restringe el uso de este armamento, así como su producción, su almacenamiento y su transferencia a otros países.
El pronunciamiento de Trudeau se produce luego de que el viernes pasado Estados Unidos aprobara la entrega de bombas de racimo a Ucrania, una iniciativa muy criticada porque este tipo de munición está prohibida por tratados internacionales debido a los daños que provoca entre la población civil.
El domingo pasado, Biden defendió la medida pese a señalar que fue una "decisión difícil".
El mandatario agregó que mantuvo largas conversaciones con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a quien le aseguró que Estados Unidos seguirá apoyando con armamento y seguridad a Ucrania igual que hace con Israel.
Las bombas de racimo están compuestas de miles de minibombas diseñadas para detonar al tocar el suelo, por lo que puede matar a muchas personas de forma indiscriminada y perforar vehículos blindados.
Además tienen una tasa de fallo de entre el 5% y el 30%, por lo que algunas pueden explotar incluso semanas después de haber tocado el piso.
Con información de Télam