El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, dijo hoy que Estados Unidos admira "la determinación" del pueblo cubano "frente a la opresión" y apoya "su lucha", mientras que el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, expresó su preocupación por la situación de derechos humanos en el país, a un año de las protestas del 11 de julio en la isla.
"Al pueblo cubano: los estadounidenses observaron con admiración el 11 de julio de 2021 cómo decenas de miles de ustedes salieron a las calles para alzar sus voces por los derechos humanos, las libertades fundamentales y una vida mejor", indicó Blinken en un comunicado, reproducido por la agencia AFP.
Las manifestaciones del 11 y 12 de julio de 2021 sacudieron a cerca de 50 localidades al grito de "Libertad" y "Tenemos hambre", en medio de la falta de recursos por la pandemia de coronavirus, y dejaron un muerto, decenas de heridos y alrededor de 1.300 detenidos, según Cubalex, una ONG de derechos humanos con sede en Miami.
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Las autoridades cubanas afirman que las manifestaciones fueron orquestadas desde Estados Unidos, que desde hace 60 años impone un embargo a la isla.
Según el diario oficial Granma, el objetivo es generar la "idea falsa" de que las carencias y dificultades materiales responden a la "ineficiencia de la gestión del Gobierno revolucionario y encubrir la causa real: el inhumano cerco económico de Estados Unidos".
Según la Fiscalía General de la República, 790 prisioneros fueron encausados y 488 recibieron sentencia definitiva, muchos por el delito de sedición, con penas de hasta 25 años de cárcel.
"La Unión Europea ha seguido de cerca las condenas desproporcionadas contra los manifestantes, algunos de los cuales tenían menos de 18 años cuando fueron arrestados", señaló en un comunicado Borrell, que dijo que los juicios ponen en tela de juicio la situación de los derechos humanos en Cuba y la violación de "los estándares y principios internacionales de transparencia".
"Durante los últimos doce meses, la UE ha reiterado su llamamiento al Gobierno cubano para que respete los Derechos Humanos y las libertades del pueblo cubano, incluido el derecho a la libre asociación y asamblea", apuntó, y manifestó que es importante "liberar a todos los presos políticos" y abrir el diálogo para hacer frente a la crisis.
Por su parte, Estados Unidos considera "inaceptable" que estos manifestantes permanezcan tras las rejas y afirma que seguirá "apoyando al pueblo cubano (...) en su lucha por la democracia", apuntó Blinken.
"Estamos con ustedes, puesto que el régimen cubano, en lugar de dar la bienvenida a las voces del pueblo, ha condenado a cientos de manifestantes a sentencias de décadas de cárcel", señaló el jefe de la diplomacia estadounidense.
Se trata, según Blinken, de asegurarse de que los funcionarios cubanos rindan cuentas "por los abusos contra los derechos humanos", de condenar "las restricciones a las libertades fundamentales y los derechos laborales", de pedir la liberación incondicional de "presos políticos" y de llamar a sus aliados a hacer lo propio.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo el fin de semana que este lunes, primer aniversario de las mayores manifestaciones antigubernamentales en 60 años en la isla, se festejará la derrota de "un golpe de estado vandálico".
"Lo que realmente nosotros vamos a festejar como un primer aniversario el 11 de julio, es que el pueblo cubano y la Revolución cubana desmontaron un golpe de estado vandálico", dijo el mandatario.
"El socialismo nos salvó ante la pandemia, el socialismo venció al intento de golpe vandálico", añadió.
Opositores al Gobierno llamaron esta semana en las redes sociales a conmemorar la fecha con nuevas manifestaciones, pero muchas de las voces que se dieron a conocer con las protestas marcharon al exilio y algunos están en la cárcel.
Cuando llegó a la Casa Blanca, en enero de 2021, el presidente Joe Biden prometió revisar la política hacia Cuba, bajo embargo estadounidense desde 1962.
En mayo pasado anunció que levantaría algunas de las restricciones impuestas a la isla bajo el mandato de su predecesor Donald Trump, para facilitar procedimientos de inmigración, transferencias de dinero y vuelos, una decisión aplaudida por La Habana.
Con información de Télam
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