(Agrega declaraciones de Biden)
Al menos 14 combatientes proiraníes murieron en bombardeos de Estados Unidos en el este de Siria, un día después de que un estadounidense muriera y seis resultaran heridos en un ataque con drones contra una base militar, informaron hoy Washington y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Un contratista estadounidense falleció, y otro contratista y cinco soldados resultaron heridos cuando un dron explosivo "de origen iraní" golpeó ayer una instalación de mantenimiento de una base cerca de Hasaké, en el noreste de Siria, indicó el Pentágono en un comunicado.
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En respuesta, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, ordenó "ataques aéreos de precisión contra instalaciones utilizadas por grupos afiliados al cuerpo de los Guardianes de la Revolución" de Irán, que combaten en Siria del lado de las fuerzas leales al Gobierno de Bashar al Assad.
Con todo, el presidente Joe Biden aclaró que Washington "no busca entrar en conflicto con Irán".
"No se equivoquen, Estados Unidos no busca un conflicto con Irán, pero está preparado para actuar con fuerza para proteger a su pueblo", dijo Biden en Ottawa, en una conferencia de prensa que compartió con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Austin, en tanto, insistió en que "los ataques aéreos fueron realizados en respuesta al ataque de hoy, así como en respuesta a una serie de ataques recientes contra las fuerzas de la coalición (internacional) en Siria por parte de grupos afiliados a los Guardianes de la Revolución".
Por su parte, el OSDH, una ONG con sede en Londres y dotada de una amplia red de informantes en Siria, confirmó que 14 personas murieron por los bombardeos estadounidenses, nueve de ellos de origen sirio.
"Los ataques estadounidenses tuvieron como objetivo un depósito de armas en la ciudad de Deir Ezzor, y mataron a seis combatientes proiraníes", dijo el OSDH, citado por la agencia de noticias AFP.
"Otros dos combatientes murieron en ataques contra (posiciones en) el desierto de Al Mayadin, y otros seis cerca de Al Bukamal", agregó el director de la ONG, Rami Abdel Rahman.
Grupos proiraníes instalados cerca de la ciudad de Al Mayadin dispararon ayer tres misiles cerca de una base estadounidense, dijo Abdel Rahman.
Dos de ellos golpearon el mayor campo de petróleo de Siria, Al Omar, donde se encuentra la base estadounidense, pero sin causar daños. El tercero impactó contra una casa cercana.
Unos 900 soldados estadounidenses permanecen en Siria como parte de la coalición contra el Estado Islámico (EI) y son blanco frecuente de ataques efectuados por milicias.
Los grupos iraníes y sus aliados, partidarios del Gobierno de Damasco, están fuertemente implantados en estas zonas cercanas a la frontera con Irak, que constituyen un importante punto de paso de armas hacia Siria.
Las tropas norteamericanas apoyan también a las Fuerzas Democráticas Sirias, el ejército de facto de los kurdos en la región, que encabezó la batalla contra el EI para sacarlo de los últimos territorios que controlaba en Siria en 2019.
La coalición internacional dirigida por Estados Unidos ha reconocido varias veces haber efectuado ataques en el este de Siria contra combatientes proiraníes.
Israel también ha efectuado numerosos ataques en Siria, pero rara vez los reivindica.
Con información de Télam