La banca de inversión Goldman Sachs decidió revisar a la baja su previsión de crecimiento económico para China durante el resto del año al 7,8%. Lo justificó con las reducciones en la producción en algunas industrias intensivas en consumo de energía por el creciente daño ambiental que generaron.
"Permanece una considerable incertidumbre respecto al cuarto trimestre, con riesgos de mejora u empeoramiento, vinculados principalmente a cómo el Gobierno maneje la crisis de la inmobiliaria Evergrande y la rigidez de la política de metas ambientales que constriñen el consumo de la electricidad", señaló un documento de la entidad reseñado por la agencia Bloomberg. Goldman Sachs ahora espera que el Producto Bruto Interno (PBI) chino crezca un 7,8% interanual en 2021, cuatro décimas menos que el 8,2% previsto anteriormente.
El presidente Xi Jinping había anunciado el año pasado que China alcanzará el máximo de emisiones de carbono para 2030 y se convertirá en neutral en emisiones para 2060, lo cual dio el puntapié para el establecimiento de planes nacionales y locales para reducir el consumo de energías contaminantes. A esto se suman otras problemáticas económicas, como la ralentización en la construcción y las ventas de propiedades, tras la crisis de deuda que enfrenta el gigante inmobiliario Evergrande.
Otras consultoras como S&P Global Ratings, Morgan Stanley, Nomura Holdings y China International Capital, también redujeron sus pronósticos o advirtieron acerca de la desaceleración en el crecimiento, debido a la disrupción energética que afecta a la segunda economía del mundo. Asimismo, algunas industrias advirtieron que las medidas estrictas de Beijing para reducir el consumo de electricidad afectarán la producción en las provincias de Jiangsu, Zhejiang y Guangdong (entre ellas producen casi un tercio del PBI chino), en un momento donde las fábricas se apresuran para cumplir con la demanda para la temporada de compras de fin de año.
El costo de los materiales, los retrasos en los puertos y la escasez de containers para el transporte también están afectando a la manufactura. "Los mercados mundiales van a resultar afectados por una escasez de productos, desde textiles y juguetes hasta partes de máquinas", advirtió Lu Ting, economista en jefe por China en Nomura.