“Con profunda y dolorosa consternación pido perdón en nombre del Estado a los deudos de todos los fallecidos civiles, policías y militares”, dijo la presidenta del Perú, Dina Boluarte, en su primer mensaje en el Congreso, en el marco de las fiestas patrias por la Independencia. Mientras tanto, en las calles, cientos de personas se manifestaban para exigir la renuncia de la mandataria y el cierre del Congreso, en donde se pudo volver a ver el reiterado accionar violento por parte de la policía.
“No hay forma de devolver ni reparar la vida, eso lo sabemos y lo tenemos claro”, expresó Boluarte ante un Congreso pleno que celebró con un fuerte aplauso la mención al resarcimiento económico que el Gobierno dijo haber entregado a 111 familiares de 63 personas fallecidas como para las 155 personas heridas. En ese momento fue cuando hizo un anuncio esperado por distintas organizaciones internacionales que reclamaron a lo largo de estos meses el cese de la violencia por parte del Estado: “Anuncio de igual manera que mi Gobierno cumplirá las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la materia”, sin dar más especificaciones.
“Tiendo mi mano y propongo firmar un pacto de reconciliación, un pacto por la vida, por la justicia, por la igualdad”, dijo. Al mismo tiempo, las calles estaban colmadas con protestas que exigen su renuncia y la llaman “asesina”.
“Mientras Dina Boluarte da su mensaje al Congreso, la policía reprime a manifestantes que rompieron cordón policial”, reportó el portal El Búho. "La gente dice que vamos a continuar hasta encontrar justicia. Se han organizado las distintas provincias de Puno para participar de las movilizaciones pacíficas en Lima... hasta encontrar justicia", manifestó Guadalupe Apaza, periodista de Radio La Decana, reportó Wayka. El mismo medio informó que un reportero gráfico fue “herido por un perdigón en la pierna durante represión de movilizaciones pacíficas en contra del régimen de Dina Boluarte”.
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"Estamos buscando justicia de las víctimas que han fallecido a causa de la represión. Lo que queremos es justicia. ¡No hay nada que celebrar! El himno dice que somos libres pero no lo somos", declaró una ciudadana de Puno. En esa región, el pasado 9 de enero, a dos meses de la asunción de Boluarte como mandataria, se registró lo que se conoció como la Masacre de Juliacá, en donde 19 personas fueron asesinadas en el marco de la fuerte represión desplegada por el Gobierno.
"Los pueblos originarios han despertado... nosotros vamos a luchar hasta encontrar justicia. Estamos incluso dispuestos a dar nuestra vida por recuperar la democracia, aquí estamos viviendo una dictadura cívico-militar conducida por la señora Dina Boluarte. ¡Exigimos su renuncia!" expresaron dirigentes sociales, también de Puno.
Represión y pedidos internacionales
Al menos 60 personas fallecieron entre diciembre y marzo por la represión de las protestas que estallaron tras la destitución y detención del expresidente Castillo tras su intento de disolver el Congreso.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y otras organizaciones internacionales cuestionaron duramente al gobierno de Boluarte por la actuación de las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones y pidieron a la Justicia que investigue posibles abusos. Boluarte, por su parte, se encargó de remarcar que las manifestaciones antigubernamentales dejaron pérdidas millonarias y recordó que la oposición volvió a convocar a movilizaciones la semana pasada.
"No debemos olvidar que venimos de un escenario de inestabilidad que se prolonga por varios años, que ha llevado a nuestro país a tener varios presidentes, con el consecuente impacto en la economía y en la vida diaria de nuestros ciudadanos", apuntó y dijo que convocaba a un diálogo nacional con todos los sectores sociales para hablar sobre "la agenda social y las reformas políticas" que necesita el país.