Es previsible que Sídney, el epicentro del mayor brote de coronavirus de Australia, alcance su punto máximo de infecciones diarias la próxima semana, según informaron las autoridades el lunes, que están intentando acelerar la vacunación antes de relajar las restricciones.
Australia está tratando de contener una tercera ola de infecciones que ha afectado a sus dos mayores ciudades, Sídney y Melbourne, y a su capital, Canberra, lo que ha llevado al confinamiento de más de la mitad de los 25 millones de habitantes del país.
La primera ministra del estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, dijo que los modelos del Gobierno revelaban que el estado necesitaría su mayor número de camas de cuidados intensivos a principios de octubre, con una "presión adicional sobre el sistema" en las próximas semanas.
Se espera que los casos diarios en los barrios el extrarradio más afectados de Sídney aumenten hasta 2.000 hasta mediados de este mes, según el modelo.
Un total de 1.071 casos de COVID-19 se encuentran actualmente en los hospitales de Nueva Gales del Sur, con 177 personas en cuidados intensivos (UCI), 67 de las cuales requieren ventilación. Las autoridades han dicho que han cuadruplicado las camas de la UCI hasta unas 2.000 en el estado a principios del año pasado para hacer frente a la pandemia.
El estado informó el lunes de 1.281 nuevos casos, la mayoría de ellos en Sídney, frente a los 1.485 del día anterior. Se registraron cinco nuevas muertes. El estado de Victoria, que incluye Melbourne, notificó el lunes 246 nuevos casos, su mayor aumento diario del año.
A pesar de los recientes brotes, las cifras de coronavirus en Australia se han mantenido relativamente bajas, con unos 63.000 casos y 1.044 muertes, gracias a los duros confinamientos y las restricciones fronterizas.
Sin embargo, las empresas han sufrido por las medidas, ya que Australia está al borde de una segunda recesión en otros tantos años.
Las autoridades han prometido una mayor libertad de movimientos, incluida la apertura de las fronteras estatales, una vez que entre el 70% y el 80% de la población mayor de 16 años esté vacunada, aunque algunos estados libres del virus podrían retrasar sus planes de reapertura debido al brote de Delta en Sídney.
Algo más del 38% de la población adulta de Australia ha sido vacunada en su totalidad, y se espera que el país alcance el 70% a principios de noviembre.
Con información de Reuters