El presidente filipino, Rodrigo Duterte, autorizó hoy a detener a las personas no vacunadas que salgan de sus casas durante el actual periodo de restricciones impuestas para frenar los contagios de la variante Ómicron de coronavirus, y las calificó de "recalcitrantes".
Después de que el número de infecciones se triplicara en los dos últimos días en el archipiélago, trece millones de habitantes de la capital Manila no vacunados tiene orden de permanecer en sus hogares, regla que también rige en otras provincias y ciudades. Las autoridades prevén que las infecciones sigan aumentando en los próximos días y alcancen su punto máximo a finales de mes.
"Debido a que es una emergencia nacional, mi posición es que podemos detener a las personas que no se han vacunado", advirtió Duterte en un mensaje por cadena nacional que recogió la agencia de noticias AFP.
"Ahora estoy dando órdenes (a los jefes de las localidades) para que busquen a las personas que no están vacunadas y les pidan u ordenen, si pueden, que se queden quietas", amplió. Y remató: "Si se niegan y salen de sus casas se le puede retener. Y si se niegan, el funcionario está facultado para detener a los recalcitrantes".
El 6 de mayo pasado, Duterte ordenó arrestar a quienes usaban de forma indebida el tapabocas y poco después amenazó con encarcelar a intendentes que participaran de reuniones prohibidas por el Ejecutivo,
La vacunación contra el coronavirus es voluntaria en este país de más de 100 millones de habitantes, de los cuales menos de la mitad se ha inmunizado.
Filipinas suma 2,9 millones de casos y casi 52.000 muertes desde el inicio de la pandemia, según el último reporte sanitario.
Con información de Télam