Las autoridades de la capital de China advirtieron el martes de que un aumento repentino de los casos de COVID-19 vinculados a un bar abierto las 24 horas era grave, y que la ciudad de 22 millones de habitantes estaba en una "carrera contra el tiempo" para hacer frente a su brote más serio desde que empezó la pandemia.
Millones de personas se han sometido a pruebas obligatorias y miles están bajo cuarentenas selectivas tras el brote, que apareció solo unos días después de que la ciudad comenzó a levantar las restricciones generalizadas que habían durado más de un mes para abordar otra serie de contagios que comenzaron a fines de abril.
Las autoridades anunciaron el fin de semana un brote "feroz" de COVID-19 relacionado con el bar Heaven Supermarket, que acababa de reabrir después de que se moderaron las restricciones por el coronavirus la semana pasada.
El brote de al menos 287 casos ha generado una nueva preocupación sobre las perspectivas para la segunda economía más grande del mundo. China se está recuperando de un confinamiento de dos meses en la ciudad de Shanghái que golpeó a las cadenas de suministro globales.
"Deberíamos hacer todo lo posible, competir contra el tiempo", dijo He Lijian, portavoz del gobierno municipal de Pekín, en una conferencia de prensa, refiriéndose a los esfuerzos para contener el brote.
Los servicios de comidas y bebidas en la mayoría de los establecimientos de Pekín se reanudaron recién el 6 de junio, después de más de un mes de medidas severas como permitir solo los envíos de comidas para llevar y trabajar desde casa, junto con el cierre de centros comerciales y tramos del sistema de transporte.
Las autoridades se han abstenido de restaurar las restricciones anteriores más duras, pero se han identificado alrededor de 10.000 contactos cercanos de los clientes del bar y sus edificios residenciales han sido cerrados.
Chaoyang, el distrito más grande de la ciudad donde se encuentra el bar, comenzó el lunes una campaña de pruebas masivas de tres días para sus aproximadamente 3,5 millones de residentes.
Las personas infectadas en el último aumento de casos viven o trabajan en 14 de los 16 distritos de la capital, dijeron las autoridades.
La policía inició una investigación criminal sobre la persona a cargo del bar por sospecha de interferencia con la prevención de epidemias, dijo Pan Xuhong, subdirector de la Oficina de Seguridad Pública de la ciudad, en la conferencia de prensa.
"PROPAGADOR"
Pan dijo que otras tres personas, dos de las cuales habían visitado el bar y la otra un contacto cercano con los clientes del bar, fueron sometidas a una investigación criminal después de que insistieron en salir a pesar de que se les ordenó aislarse en casa.
Más tarde se confirmó que los tres estaban infectados, lo que resultó en que decenas de personas fueran puestas en cuarentena en instalaciones centralizadas y más de 2.000 bajo otras medidas contra el COVID, dijo Pan.
La licencia comercial del bar fue revocada después de que los funcionarios descubrieron que no cumplía con las reglas, que incluyen verificar la temperatura de los clientes y los resultados de las pruebas COVID, o asegurarse de que los clientes escaneen un código de salud digital, dijo el martes el regulador del mercado en el distrito de Chaoyang.
Todos los bares, discotecas, karaokes, cibercafés y otros lugares de entretenimiento de la ciudad estaban siendo inspeccionados, dijo el periódico Beijing Daily, y los espacios subterráneos se cerraron a medida que se "reforzaba" el trabajo de prevención de epidemias.
El periódico ha señalado repetidamente a un individuo, apodado Paciente 1.991, por desencadenar el brote. El comportamiento descuidado había convertido a la persona no identificada en el "propagador" del brote.
Con información de Reuters