El Papa Francisco dijo el miércoles que está desconcertado por la cantidad de gente, incluidos algunos cardenales de la Iglesia Católica, que se han negado a vacunarse contra el COVID-19.
"Es un poco extraño porque la humanidad tiene una historia de amistad con las vacunas", dijo Francisco a bordo del avión en el que regresaba de Eslovaquia, respondiendo a la pregunta de un periodista sobre las razones de la vacilación frente a las vacunas.
"De niños (nos vacunaron) contra el sarampión, la poliomielitis. Todos los niños fueron vacunados y nadie dijo nada", sostuvo el pontífice.
Francisco, que ha sido vacunado contra el COVID, a menudo ha instado a otros a inmunizarse por el bien común. Sostuvo que quizás algunas personas tenían miedo al principio porque había varias vacunas disponibles y algunas resultaron ser "poco más que agua destilada", aunque no se refirió a ninguna en específico.
"Incluso en el Colegio Cardenalicio hay algunos negacionistas de vacunas", dijo. "Pero uno de ellos ha sido hospitalizado con el virus. Estas son las ironías de la vida".
Francisco no mencionó los nombres de ningún cardenal. El cardenal Raymond Burke, conservador y escéptico de las vacunas, fue hospitalizado en Estados Unidos el mes pasado después de contraer el virus.
Algunos obispos conservadores que se oponen a las vacunas, particularmente en Estados Unidos, han dicho que los católicos deberían tener la posibilidad de reclamar una objeción de conciencia a la vacuna por motivos religiosos. Pero el Papa ha dejado claro que no está de acuerdo con esa postura.