En el marco de la política estricta de "cero Covid" que sigue el Gobierno del presidente Xi Jinping, China puso en confinamiento a más de 17 millones de ciudadanos luego de que el país registrara la cifra más alta de casos de coronavirus en dos años.
Frente al incremento de casos de coronavirus anunciado hoy por la Comisión Nacional de Salud de China, las autoridades decidieron confinar a los residentes de la ciudad sureña de Shenzhen, limítrofe con Hong Kong, donde se identificaron 66 contagios.
Se trata del confinamiento de mayor magnitud del país cuna del coronavirus después del impuesto en la norteña ciudad de Xi'an, cuando 13 millones de habitantes fueron puestos en cuarentena durante dos semanas a fines del año pasado. China, que vive su peor brote de coronavirus, registró 3.939 contagios de Covid-19 en las últimas 24 horas, la cifra más alta en dos años, detalló la Comisión Nacional de Salud.
Aunque la cifra de contagios del país de 1.400 millones de habitantes parece mínima comparada con la de otras naciones menos pobladas, las medidas son parte de una política oficial estricta que implica confinamientos, restricciones de viaje y pruebas masivas cuando se detectan focos infecciosos.
En Shangái, la metrópolis más poblada de China, ubicada en el noreste del país, los barrios fueron acordonados uno a uno al igual que los centros comerciales, restaurantes y escuelas, informó la agencia de noticias AFP. En total, 19 provincias enfrentan brotes de las variantes Ómicron y Delta del coronavirus, según datos de la Comisión Nacional de Salud.
Por su parte, Yanji, una ciudad de 700.000 habitantes en la frontera norcoreana, también entró en cuarentena. Mientras que en la ciudad de Jilin, ubicada al noreste de China y próxima a la frontera con Corea del Norte, los habitantes de centenas de barrios fueron confinados parcialmente, anunció hoy un responsable municipal.
Los pobladores de Jilin completaron seis rondas de pruebas masivas y el domingo, la ciudad reportó más de 500 casos de la contagiosa variante Ómicron, dijeron las autoridades.
Situación epidemiológica de China
El brote "refleja que la variante Ómicron se propaga de manera oculta, es muy contagiosa, rápida y difícil de detectar en las fases iniciales", aseguró una autoridad sanitaria provincial de Jilin. "Los mecanismos de respuesta de emergencias en algunas áreas no son lo suficientemente robustos, no hay suficiente comprensión de las características de la variante Ómicron y ha habido decisiones inadecuadas", agregó. Por esto, el alcalde de Jilin y el jefe de la comisión de salud de Changchún fueron separados de sus cargos el sábado, informó hoy la prensa estatal.
Ante el aumento de casos, la autoridad sanitaria china anunció el viernes que introduciría el uso de pruebas rápidas de antígenos, lo que podría indicar una forma de relajación de la política de salud del Partido Comunista. La semana pasada, un destacado científico chino indicó que el país debería tratar de vivir con el virus, como lo han hecho otros países. Pero el Gobierno no descartó la posibilidad de recurrir a confinamientos estrictos. El balance oficial reportado la semana pasada indicó que en China se registraron poco más de 100.000 casos en dos años, con un total de 4.636 personas fallecidas.