Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EEUU respaldaron el viernes una inyección de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer y BioNTech para los estadounidenses mayores de 65 años, algunos adultos con enfermedades subyacentes y algunos adultos en entornos laborales e institucionales de alto riesgo.
La medida se produce después de que un panel asesor de la agencia no recomendara el jueves que las personas con trabajos de alto riesgo, como los profesores, y con condiciones de vida arriesgadas recibieran refuerzos. Esta comisión solo había recomendado las dosis de refuerzo para los ancianos y algunas personas con enfermedades subyacentes.
La directora de los CDC, Rochelle Walensky, dijo que su agencia tenía que hacer recomendaciones basadas en datos complejos y a menudo imperfectos.
La recomendación de los CDC sigue a la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU y despeja el camino para que comience la campaña de vacunación de refuerzo tan pronto como esta semana para millones de personas que recibieron su segunda dosis de la vacuna de Pfizer hace al menos seis meses.
También dijeron que, en función de los beneficios y los riesgos individuales, las personas de entre 18 y 49 años con enfermedades subyacentes pueden recibir un refuerzo, y las personas de entre 18 y 64 años con mayor riesgo de exposición y transmisión debido a su entorno laboral o institucional pueden vacunarse.
Las recomendaciones sólo cubren a las personas que recibieron la segunda vacuna de Pfizer/BioNTech al menos seis meses antes. Los CDC señalan que ese grupo está formado actualmente por unos 26 millones de personas, de las cuales 13 millones tienen 65 años o más.
El comité había dicho que podría volver a revisar las directrices más adelante.
Pfizer -y algunos altos cargos de la sanidad estadounidense, como el Dr. Anthony Fauci- han argumentado que la dosis de recuerdo es necesaria para hacer frente a la disminución de la inmunidad. Fauci y otros han dicho también que podrían ayudar a contener el aumento de las hospitalizaciones y las muertes causadas por la variante delta del coronavirus, altamente transmisible, reduciendo las infecciones de personas totalmente vacunadas.
Algunos países, como Israel y el Reino Unido, ya han comenzado las campañas de refuerzo de COVID-19. Estados Unidos autorizó el mes pasado vacunas adicionales para personas con sistemas inmunitarios comprometidos y alrededor de 2,3 millones de personas ya han recibido una tercera vacuna, según los CDC.
Con información de Reuters