Francia se enfrenta a una nueva oleada de contagios de COVID-19 alimentada por nuevas variantes de la enfermedad, declaró el miércoles el jefe de vacunación francés, Alain Fischer, mientras los nuevos casos diarios alcanzaban el día anterior un máximo de casi dos meses, con más de 95.000.
En declaraciones a la cadena de televisión France 2, dijo que no había duda de que se estaba produciendo de nuevo un recrudecimiento de la pandemia en el país, y añadió que estaba personalmente a favor de restablecer el uso obligatorio de mascarillas en el transporte público.
"La pregunta es: '¿qué intensidad tiene esta oleada?'", dijo Fischer.
En otros países europeos, especialmente en Portugal, también se está produciendo un aumento, debido a dos nuevas subvariantes de ómicron BA.4 y BA.5 que, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, es probable que se conviertan en dominantes en la región.
Estas variantes no parecen conllevar un mayor riesgo de enfermedad grave que otras formas de ómicron, pero al ser algo más infecciosas que estas últimas, podrían provocar un aumento de las hospitalizaciones y las muertes, según el ECDC.
Tradicionalmente hay un retraso de dos semanas entre los casos y las tendencias de hospitalización, y después un retraso similar en lo que respecta a las muertes por COVID.
Las nuevas infecciones no han dejado de aumentar desde finales de mayo en Francia, y la media móvil de siete días de nuevos casos diarios casi se ha triplicado entre la cifra de 17.705 del 27 de mayo y la de 50.402 del martes.
Con información de Reuters