En Italia liberan a 376 capos de la mafia por el coronavirus

En total fueron liberados 4000 presos y en el sistema penitenciario hubo 374 contagiados. 

08 de mayo, 2020 | 09.56

 Un total de 376 capos de la mafia italiana fueron beneficiados con prisiones domiciliarias por ser pacientes de riesgo en el marco de la pandemia del coronavirus y desató una gran polémica en ese país.

De acuerdo a La Vanguardia, entre los excarcelados italianos está Cataldo Franco, quien cumple cadena perpetua por mantener cautivo al niño Giuseppe Di Matteo, hijo de un arrepentido que fue secuestrado, estrangulado y disuelto en ácido para no dejar huellas; Francesco Bonura, quien era el hombre fuerte del crimen organizado siciliano, Bernardo Provenzano. Vincenzo Iannazzo, un cabecilla de la peligrosa ‘Ndrangheta, el grupo mafioso más poderoso en este momento en Italia. Rocco Santo Filippone, de la misma mafia calabresa acusado de ordenar asesinatos de policías en los noventa.

Como ocurrió en Argentina, en Italia, sobre todo en las regiones del norte y del sur, hubo motines en las cárceles reclamando los detenidos por prisiones domiciliarias. En total fueron excarcelados 4000 presos. En Italia hubo, por lo menos, 159 detenidos y 215 miembros de la policía contagiados con coronavirus.  

En ese sentido, según informa el diario El País de España, hasta ahora en Italia se autorizaron las excarcelaciones de 376 capos debido a su avanzada edad y a patologías previas que ponían en riesgo su vida. Todos están con prisión domiciliaria.

Esta situación provocó que otros 6 mil presos reclamen el mismo beneficio, algo que está generando mucha polémica entre los italianos. Tanto es el conflicto provocado por estas horas, que podría renunciar el ministro de Justicia de ese país, Alfonso Bonafede, porque en Italia por decreto se le permitió a los jueces otorgar las prisiones domiciliarias y las excarcelaciones.

En una entrevista radiofónica en Radio 24, el fiscal nacional antimafia Federico Cafiero De Raho aseguró ayer que no entiende la preocupación por los posibles contagios entre los presos que se encuentran bajo el régimen 41 bis, “porque son detenidos en aislamiento y por tanto imposibles de contagiar, sólo era necesario un escáner de temperatura”.

Ante esta situación, el ministro de Justicia italiano, Alfonso Bonafede, se vio obligado a rectificar y anunciar un decreto ley que permitirá a los jueces revisar las condiciones que permitieron las excarcelaciones.