El Papa Francisco recibió este miércoles la segunda dosis de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus. La primera dosis que recibió Bergoglio fue hace tres semanas cuando le aplicaron la primera dosis contra el coronavirus en el atrio del aula Pablo VI.
El lugar donde lo vacunaron se encuentra acondicionado especialmente para la campaña de vacunación en El Vaticano. La dirección sanitaria y de Higiene de la Ciudad del Vaticano reservó cerca de 10 mil vacunas de la compañía farmacéutica Pfizer para su campaña de inoculación.
La campaña comenzó el 13 de enero, cuando Francisco recibió la primera dosis, y contempla la vacunación a más de 3.000 empleados y 800 residentes. En primer lugar, se resolvió vacunar a trabajadores de la salud y a los ancianos. Por el momento, en El Vaticano no está previsto vacunar a los menores de 18 años.
Demoras en Pfizer
El laboratorio alemán BioNTech anunció el martes la aceleración de sus remesas a la Unión Europea (UE) de la vacuna contra el coronavirus desarrollada junto al estadounidense Pfizer, y prometió hasta 75 millones más de dosis en el segundo trimestre.
Las dos empresas esperan "aumentar las entregas a partir de la semana del 15 de febrero" y suministrar "la cantidad de dosis que nos comprometimos (a entregar) en el primer trimestre", explicó Sierk Poetting, director financiero de BioNTech. Los dos laboratorios entregarán además "hasta 75 millones de dosis adicionales a la Unión Europea en el segundo trimestre" en el marco de los contratos existentes, dijo Poetting en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.
El anuncio llega el día en que se celebra una cumbre entre los dirigentes alemanes y varios grupos farmacéuticos para intentar dar un golpe de acelerador a la campaña de vacunación, que avanza lentamente en Alemania, y en muchos otros países europeos.
Tras la ralentización en las entregas debido a cambios en la cadena de producción en la planta belga de Puurs, "hemos regresado a nuestro plan inicial de entregas", añadió el responsable.
En total, la UE hizo un pedido de 600 millones de dosis de su fármaco, llamado "Comirnaty". El anuncio de la disminución temporal en el suministro suscitó a mediados de enero el enfado de varios gobiernos europeos. Más tarde, la tensión fue en aumento cuando el laboratorio británico AstraZeneca informó que entregaría menos dosis de las previstas.