Los números de Brasil muestran una verdadera catástrofe sanitaria en todo el país. En tan solo 24 horas, el estado que gobierna Jair Bolsonaro registró 3.251 nuevas muertes por coronavirus y 82.493 nuevos casos. El panorama devastador en el país fronterizo se completa con varias regiones con el sistema de salud colapsado.
Brasil es el epicentro mundial de la Covid-19, con más de 2.000 muertos diarios en promedio en los últimos siete días y 24 de los 26 estados y la capital, Brasilia, en colapso sanitario y en cuarentenas con toque de queda nocturno. Por ejemplo, el lunes se conoció que hay 25 estados con más del 80% de camas ocupadas, 16 con más de 90%, 11 con más de 95% y 3 con el 100%.
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En el Estado de Río de Janeiro, uno de los más poderosos, se conoció que el martes Río de Janeiro registró una fila larga de espera en las camas de cuidados intensivos. Según las cifras estaduales, se reveló que 528 personas están esperando una vacante de cuidados intensivos en esa ciudad. Aun así, Bolsonaro se animó a señalar: "Estamos yendo bien pese al problema gravísimo que enfrentamos desde el año pasado. Pero así y todo Brasil viene dando el ejemplo. Somos unos de los pocos países que está en la vanguardia de la búsqueda de soluciones".
El alcalde de Río, Eduardo Paes, aseguró en rueda de prensa que se adoptaron estas restricciones "por absoluta necesidad y escuchando mucho a la ciencia", y pidió la colaboración de los vecinos para salvar vidas. Habrá un "megaferiado" de diez días solo podrán abrir los servicios considerados esenciales, como farmacias, supermercados, estaciones de servicio y bancos.
Establecimientos como bares, restaurantes, centros comerciales, museos, bibliotecas, gimnasios, escuelas, universidades y guarderías deberán permanecer cerrados, según la agencia de noticias Sputnik. Río de Janeiro y Niterói están separadas apenas por un puente que cruza la bahía de Guanabara, y juntas suman más de siete millones de habitantes.