En las últimas semanas, Uruguay subió de manera muy rápida la cantidad de casos de coronavirus COVID-19. Con una gran parte de los contagios en cuidados intensivos, ahora el país vecino lidera la desgraciada tabla de promedio de casos nuevos por día.
La noticia se supo a través de la organización Our World In Data y allí se puede ver como el país vecino es el primero en cantidad de casos por 1.000.000 habitantes. Esto calcula la incidencia en la enfermedad en los últimos siete días. Al respecto, Uruguay tiene el peor registro desde que se conoció la enfermedad a nivel mundial y, además, está al rojo vivo.
Con los datos del domingo, donde Uruguay reportó 3.855 casos, el país que gobierna Luis Lacalle Pou se convirtió, además, en el país del mundo con más contagios nuevos. Hasta el momento tiene 117.757 positivos desde que comenzó la pandemia.
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A fines de la semana pasada, Uruguay entró en el peor momento sanitario, pero su mandatario se mostró reticente a endurecer las medidas existentes para restringir la movilidad, argumentando que su Gobierno no cree en "un Estado policíaco". La semana pasada, las autoridades decidieron suspender las clases presenciales hasta la Semana Santa inclusive, cerrar las oficinas estatales y cancelar los espectáculos públicos hasta el 12 de abril.
Asimismo, ordenaron el cierre de los complejos termales durante la Semana de Turismo que coincide con la Semana Santa, mientras que hasta el 12 de abril los bares deberán cerrar a medianoche, los free shops en las fronteras permanecerán clausurados y estarán prohibidos los eventos y las fiestas sociales. Casi el 20% de la población uruguaya fue ya inoculada con la primera o segunda dosis de CoronaVac o Pfizer desde que comenzó la campaña de inmunización el 1° de marzo.
Por otro lado, la Coordinadora de Sindicatos de Enseñanza del Uruguay cuestionó el manejo de la pandemia que está haciendo el Gobierno de Luis Lacalle Pou así como el retorno a la presencialidad de las clases y reclamó la instauración de un espacio de diálogo para abordar el tema.
"Se han establecido por parte de los jerarcas de la educación una serie de definiciones que evidencian improvisación y que afectan el derecho a la educación; urge la convocatoria e instalación de ámbitos de diálogo", dice el comunicado emitido por los sindicatos educativos.