(Agrega declaraciones de Guterres y Macron)
El secretario general de la ONU, António Guterres, remarcó la "falta de confianza" que hay entre los países del norte y del sur e instó hoy a los que participan de la COP27 a sellar un acuerdo "ambicioso" en relación a pérdidas y daños causados por el cambio climático en los países en desarrollo, que necesitan financiamiento para pagar los costos del calentamiento global que no provocaron.
"Existe claramente una falta de confianza entre el Norte y el Sur. La manera más efectiva de reconstruir esa confianza es mediante un acuerdo ambicioso y creíble sobre las pérdidas y daños y el apoyo financiero a los países en vías de desarrollo", dijo Guterres en conferencia de prensa en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij.
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Las declaraciones se producen en medio del bloqueo de las negociaciones finales de la conferencia, que debería emitir mañana su comunicado de cierre, aunque es probable que se demore hasta el sábado.
"No es el momento de recriminaciones. Echarse la culpa unos a otros es la receta de la destrucción mutua asegurada. El tiempo de hablar de pérdidas y daños y finanzas se acabó. Necesitamos acción", advirtió Guterres.
Previamente, los países en vías de desarrollo exigieron de forma conjunta la creación rápida de algún tipo de fondo para las pérdidas y daños causados por el cambio climático.
El viceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio de Colombia, Francisco Javier Canal Albán, consideró que la creación de un fondo de pérdidas y daños es una respuesta adecuada" al sufrimiento que están causando los fenómenos meteorológicos extremos.
"Existe un imperativo moral y de justicia climática", precisó, informó la agencia de noticias AFP.
Los países desarrollados, en especial Estados Unidos, no quieren la creación de un nuevo fondo especialmente dedicado al asunto de las compensaciones por las consecuencias de la industrialización y la emisión de gases de efecto invernadero, una vieja aspiración de los países del Sur.
En ese sentido, la ministra de Cambio Climático de Pakistán, Sherry Rehman, pidió que la COP27 se cierre "como mínimo con una declaración política" de compromiso con la creación de ese fondo o mecanismo.
"Retrasar la justicia climática sería negar la justicia", evaluó Rehman, sobre el fondo, cuyo debate fue abierto en la COP26 de Glasgow, hace un año.
Si bien oficialmente los casi 200 países involucrados tienen aún dos años por delante para alcanzar un acuerdo, la paquistaní manifestó que abandonar en este momento las negociaciones sería "prematuro".
Para el subsecretario de Ambiente de Honduras, Malcom Stufkens, existe, además "un problema de talla" con el dinero que hay que desembolsar.
"Hay suficiente capital en el mundo y en las bolsas para cerrar esa brecha" aseguró, mientras que el ministro de Medio Ambiente de Antigua y Barbuda, Molwyn Joseph, expresó su "frustración" porque no "fueron traducidos en acciones los compromisos políticos".
Al igual que Estados Unidos, la Unión Europea no considera necesario crear un mecanismo nuevo.
"Todo el mundo debería contribuir. Y esto es algo que he comunicado a todos nuestros socios, también a mi colega y negociador chino, Xie Zhenhua", declaró el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.
"Si estamos hablando de justicia, hay que mirar la posición en la que se encuentran los países ahora, y no la de hace 30 años", añadió.
China, considerado país en desarrollo, se convirtió en las últimas décadas en la segunda economía mundial y en el mayor emisor de gases de efecto invernadero.
Esta conferencia de prensa reunió al grupo más grande de países del sistema de la ONU (G77, con 134 miembros), a ocho países latinoamericanos integrantes de la Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (AILAC), a los menos desarrollados (LDC) y a los de las islas (AOSIC).
Ante la aceleración de los efectos del cambio climático, los países en desarrollo deben profundizar las medidas de adaptación, de mitigación de emisiones, de transición energética.
Algunos observadores calculan que eso equivale a un gasto de 580.000 millones de dólares en 2030.
Otro de los temas controvertidos de la negociación en Sharm el Sheij es la promesa incumplida de los países industrializados de aportar 100.000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo, para financiar los recortes en las emisiones de gases de efecto invernadero y la adaptación al cambio climático.
Los países más ricos admitieron hace más de una década que ellos son responsables y deben pagar el costo, sin embargo, y pese a los compromisos asumidos en París, el dinero nunca llegó.
En paralelo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, durante un viaje a Bangkok para la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), apoyó la propuesta del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de celebrar en Amazonia la conferencia de la ONU sobre el clima en el año 2025.
"Me gustaría mucho que pudiéramos tener una COP en la Amazonia, así que apoyo plenamente esta iniciativa del presidente Lula", dijo Macron, que apoyó "la vuelta de Brasil a una estrategia amazónica".
Ayer, Lula propuso organizar la 30° conferencia del clima de la ONU en 2025 en la Amazonia brasileña y prometió librar una "lucha muy fuerte" contra la deforestación en esa región, considerada el pulmón del planeta.
Brasil había sido seleccionado para ser sede de la COP en 2019, pero había desistido tras la elección de Bolsonaro a finales de 2018.
Con información de Télam