El grupo islamista palestino Hamas reconoció este viernes el asesinato de Yahya Sinwar, uno de los máximos referentes de la organización contra la que Israel comenzó una fuerte ofensiva desde el pasado 7 de octubre. Ocurrió a manos de la Fuerza de Defensa de Israel y fue celebrado por el ministro, Benjamín Netanyahu, al considerarlo como un acontecimiento clave en medio de la guerra que tiene como epicentro la disputa por el territorio de la Franja de Gaza con Palestina. También festejó uno de sus principales aliados: Estados Unidos. En medio de un conflicto que ya comenzó a regionalizarse -con los ataques al Líbano-, se siembra de dudas la posibilidad de avanzar en un alto al fuego. “Esos prisioneros no volverán antes del final de la agresión a Gaza y de la retirada de Gaza”, afirmó el referente político de Hamas, Khalil al-Hayya, en declaraciones televisivas, según la agencia Associated Press.
En palabras de Netanyahu, el asesinato de Sinwar significa que "Hamás ya no gobernará Gaza”, por lo que marca el comienzo del "día después de Hamás”. En los últimos 13 meses de guerra en la Franja de Gaza, desencadenada por el mortífero ataque de Hamas contra Israel el 7 de octubre de 2023, murieron unas 42.000 personas en la Franja, según las autoridades sanitarias dirigidas por Hamás.
En la misma línea se manifestó el presidente de EEUU, Joe Biden: "Hablaré pronto con el primer ministro Netanyahu y otros dirigentes israelíes para felicitarles, para hablar de la vía para a los rehenes a sus familias y para poner fin a esta guerra de una vez por todas". Y, también, la vicepresidenta y candidata a la presidencia, Kamala Harris, señaló: "Este momento nos brinda la oportunidad de poner fin de una vez por todas a la guerra en Gaza".
Ese análisis, también compartido por Alemania y Francia, se sienta en parte en el hecho de que Sinwar formaba parte de la “línea dura” de la cúpula política de Hamás, que hizo de interlocutor en las negociaciones de alto el fuego con Israel impulsadas por Estados Unidos, Qatar y Egipto desde el asesinato de otra de las cabezas de la organización, Ismail Haniyeh, en julio.
Sin embargo, diversos analistas tienen otra visión sobre el devenir de la organización respaldada por Irán y catalogada como terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y numerosos países. "El asesinato de Sinwar es sin duda un golpe para Hamás, dado el importante papel que desempeñaba dentro de la organización”, declaró a DW Neil Quilliam, investigador asociado del Programa para Medio Oriente y el Norte de África del centro de análisis Chatham House, con sede en Londres. Sin embargo, también subrayó que, en el pasado, la política de decapitación no consiguió minar la voluntad y la capacidad de Hamás para luchar contra Israel, como cuando Sinwar asumió el poder tras el asesinato del anterior dirigente político de la organización, Ismail Haniyeh, ocurrido en Teherán.
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Por otro lado, otra de las voces que resonó en la región fueron las del grupo libanés Hezbolá, que este viernes dijo que pasará a una nueva fase de escalada en su guerra contra Israel, mientras que Irán afirmó que "el espíritu de resistencia se verá reforzado" tras la muerte del líder de Sinwar, que murió el miércoles durante un tiroteo en el sur de Gaza a manos de soldados israelíes, que en un principio no sabían que habían capturado al enemigo número uno de su país, según informaron las autoridades de israel.
En tanto, otra razón para ver lejano el fin de la guerra tiene que ver con el mismo posicionamiento del Gobierno israelí, que este mes lanzó una campaña terrestre en Líbano y ahora planea una respuesta al ataque con misiles perpetrado el 1 de octubre por Irán. De hecho, en esa línea, se manifestó el mismo Netanyahu: "Hoy hemos ajustado cuentas. Hoy se ha asestado un golpe al mal, pero nuestra tarea aún no ha concluido", dijo Netanyahu en una declaración grabada en vídeo tras confirmarse la muerte el jueves.
En Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, un palestino desplazado llamado Zabet Amur dijo a Reuters que la lucha palestina continuaría: "Es una resistencia que no desaparece cuando desaparecen los hombres", dijo. "El asesinato de Sinwar no conducirá al fin de la resistencia ni a un compromiso o rendición con bandera blanca”, cerró.