"No existe ningún lugar seguro en Gaza", denunció Médicos Sin Fronteras

Israel pide que todos los palestinos civiles evacuen partes de la Franja de Gaza, pero luego bombardea también las zonas a donde van los evacuados, que no pueden ir más allá de las fronteras porque todo está bloqueado. Los hospitales que aún funcionan están totalmente colapsados, sin luz ni suministros y con familias refugiadas en cada pasillo.

01 de noviembre, 2023 | 17.52

En la Franja de Gaza casi no hay periodistas -menos menos extranjeros- y la conectividad es, en el mejor momento, muy limitada por el endurecimiento del bloqueo que impuso el Gobierno israelí de Benjamin Netanyahu cuando decidió vengar a los 1.400 israelíes que murieron en el ataque del movimiento islamista palestino Hamas del 7 de octubre pasado. Por eso, se conoce a cuentagotas el drama humanitario que provocó la campaña de bombardeos que ya lleva 25 días y la avanzada con tanques que comenzó el viernes pasado. "No hay ningún lugar seguro en Gaza", denunció el director general de Médicos Sin Fronteras (MSF) para Sudamérica, Andrés Weisz, en diálogo con El Destape un día después del ataque al mayor campo de refugiados de ese territorio, Jabalia, y mientras su organización tomaba la difícil decisión de aprovechar la primera salida de extranjeros por el pase fronterizo con Egipto para evacuar a los 22 profesionales internacionales que trabajan allí.  

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La descripción de Weisz no es exagerada y la comparte el Comité Internacional de la Cruz Roja. Además, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU denunció este miércoles: "Dado el alto número de muertos civiles y la escala de la destrucción luego de los bombardeos aéreos israelíes sobre el campo de refugiados Jabalia, estamos seriamente preocupados de que estos ataques desproporcionados puedan ser crímenes de guerra." En total, el Gobierno de la Franja de Gaza, controlado por Hamas, denunció cerca de 8.800 muertos palestinos, de los cuales Naciones Unidas estima que más del 70% son mujeres y niños, y más de 2.000 desaparecidos, entre ellos 1.200 niños.

Hospitales desbordados y en "condiciones horrorosas"

Con estas cifras, los centros de salud se han vuelto cruciales en la Franja, no solo por el flujo incesante de nuevos heridos (ya denuncian más de 22.000 heridos), sino que también se convirtieron en refugios. Antes del inicio de esta escalada de ataques y tras 16 años de bloqueo militar israelí y cuatro ofensivas masivas israelíes anteriores, había 35 hospitales y 72 clínicas de primeras auxilios. Hoy, solo funcionan 16 hospitales y 51 clínicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó este miércoles que el Hospital de la Amistad Turca-Palestina, el principal centro oncológico de la Franja de Gaza, "dejó de funcionar debido a la falta de combustible y el daño provocado por bombardeos aéreos cercanos en las últimas 48 horas". Según MSF, "fue alcanzado por un proyectil" el martes.

Y los centros de salud que aún funcionan, lo hacen en las peores condiciones, "horrorosas", según el Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC). Weisz puso como ejemplo el hospital Al Shifa, a donde llevaron a la mayoría de los heridos del campo de refugiados de Jabalia el martes. "Tiene 700 camas, es decir, es un hospital muy grande y, antes de ese ataque ya tenía 3.000 pacientes ingresados. En otras palabras, más de cuatro personas por cama. Además, como la gente sabe o cree que los hospitales son lugares protegidos, hace unos días ya habían 40.000 personas buscando refugio en el hospital", contó el director regional de MSF. 

Aún no está claro cuántas personas fallecieron en el campo de refugiados de Jabalia esta semana (este miércoles Israel volvió a atacar), pero distintas fuentes coinciden que entre muertos y heridos la cifra asciende a cientos. Si Al Shifa ya estaba desbordado antes, este miércoles fuentes hospitalarias advertían sobre un colapso, principalmente por la falta de electricidad y suministros, que ya los obligaba a dar un "servicio mínimo" desde la semana pasada, según Weisz. 

"En la actualidad, y debido a los ataques generalizados que han afectado a hospitales, personal médico y ambulancias, llevar a cabo operaciones médicas y humanitarias se ha vuelto extremadamente difícil", había explicado MSF en un comunicado, al mismo tiempo que el número dos de la misión del ICRC en Gaza, William Schomburg, afirmaba lo mismo a la cadena estadounidense CNN: "Dirigir una operación humanitaria bajo las actuales condiciones es muy difícil y se vuelve aún más complicado porque no podemos garantizar el flujo de bienes y personas que necesitamos desesperadamente para cumplir con las necesidades urgentes de la población de Gaza"

"Tenemos 26 toneladas de suministros esperando en Egipto que llegaron en un avión de la OMS hace unos días. Pero el paso de Rafah está colapsado, hay colas interminables. El paso se abre unas horas por día", contó Weisz y recordó que antes de esta ofensiva israelí entraban más de 300 camiones con todo tipo de suministros (alimentos, medicamentos, combustibles, etc)  por día, mientras que desde el 7 de octubre hasta el fin de semana no ingresó nada y, desde entonces, no llegaron a 200 vehículos en total. "No alcanzan para cubrir las necesidades", advirtió. 

Este miércoles, por primera vez desde que empezaron los bombardeos israelíes, se permitió la salida de un grupo de ciudadanos extranjeros por el paso de Rafah, el único en la frontera con Egipto. Salieron 320 personas, entre ellos los 22 profesionales de MSF. Sin embargo, los 300 profesionales palestinos, como el resto de la población palestina, sigue encerrada. "Algunos de ellos se han trasladado al sur con sus familias. Otros, sobre todo el personal médico, permanecen en el Norte y siguen tratando a enfermos y heridos", contaron desde la organización. 

Una de esas trabajadoras palestinas que logró evacuar al sur de la Franja, describió la situación, aunque pidió hacerlo de manera anónima: "Se están cometiendo masacres aquí. Hay familias enteras que han sido borradas del mapa. A los hospitales donde la gente fue a buscar refugio se les está pidiendo evacuar. Los hospitales no estaban a salvo de los bombardeos. Los ataques aéreos también apuntaron a edificios junto a los hospitales. Barrios enteros han sido destruidos. Ni siquiera sabemos a qué nos enfrentamos. No sabemos si vamos a poder volver a casa. No sabemos qué va a pasar. Lo único que sé es que estamos viviendo en condiciones muy malas y el mundo está mirando. Nadie está haciendo nada para detener la matanza. Llaman a esto una guerra justificada, pero yo solo veo civiles siendo objetivos y asesinados. Espero que logremos salir a salvo. Manténganos en sus oraciones y pensamientos."